Nicaragua es hogar de cinco especies de tortugas marinas del mundo

Foto: Nicaragua, ejemplo mundial en conservación y amor por la vida marina/ TN8

Nicaragua no solo es un paraíso natural, sino también un refugio vital para cinco de las siete especies de tortugas marinas que existen en el mundo. Estos animales, presentes en los océanos desde hace más de 110 millones de años, se encuentran en peligro de extinción principalmente por la actividad humana, pero aquí han encontrado un hogar seguro gracias a un plan interinstitucional que protege su reproducción y retorno al océano.

En la Reserva de Vida Silvestre La Flor, MARENA, comunidades locales y líderes trabajan de manera conjunta para garantizar la preservación de estas especies. Desde la protección de los huevos hasta la liberación de tortuguillos, cada acción busca conservar la biodiversidad y promover la educación ambiental entre la población.

Nicaragua es uno de los pocos países del mundo que tiene el privilegio de ser hogar y sitio de anidación de cinco de las siete especies de tortugas marinas que existen en el planeta. Cada una de ellas cumple un papel esencial en los ecosistemas marinos; ayudando a mantener el equilibrio natural de los arrecifes de coral, los pastos marinos y las cadenas alimenticias del océano.

Por lo tanto, cuenta con dos principales playas donde las tortugas realizan desoves masivos: El Refugio de Vida Silvestre La Flor, localizado en el municipio de San Juan del Sur, departamento de Rivas; y el Refugio de Vida Silvestre Río Escalante-Chacocente en el municipio de Santa Teresa, departamento de Carazo, Nicaragua

Foto: Nicaragua, ejemplo mundial en conservación y amor por la vida marina/ TN8
Foto: Nicaragua, ejemplo mundial en conservación y amor por la vida marina/ TN8

Nicaragua protege cinco especies de tortugas marinas

Durante estos espectaculares eventos naturales, miles de tortugas emergen del mar para depositar sus huevos, asegurando la continuidad de su especie.  Allí, se observa un ritual ancestral de reproducción sincronizado, donde miles de tortugas llegan para depositar sus huevos. Estos procesos son monitoreados cuidadosamente por guardias, científicos y voluntarios, logrando tasas de eclosión cercanas al 80%.

Actividades como la liberación de tortuguillos también atraen turistas nacionales y extranjeros, convirtiéndose en una experiencia única que combina conservación y ecoturismo.

Además, los niños y jóvenes tienen un rol especial: al participar en estas liberaciones, crean un vínculo emocional con las tortugas y desarrollan conciencia sobre la importancia de su protección.

Con cinco especies presentes y cuatro anidando en el Pacífico, Nicaragua se consolida como un referente mundial en conservación de tortugas marinas y educación ambiental; demostrando que proteger la vida silvestre es posible cuando se combinan ciencia, comunidad y compromiso.

Foto: Nicaragua, paraíso natural y santuario de conservación de las tortugas marinas/TN8
Foto: Nicaragua, paraíso natural y santuario de conservación de las tortugas marinas/TN8