Tres familias del barrio Tamagas, en el municipio de Santo Domingo, se vieron obligadas a desalojar sus viviendas luego de que sus casas sufrieran un hundimiento la noche del pasado 6 de febrero. El incidente ocurrió mientras los habitantes descansaban, cuando comenzaron a notar que las estructuras se estaban desplomando.
El desastre dejó graves daños estructurales en las tres viviendas afectadas. Según reportes de los afectados, las paredes se partieron, el piso presentó grietas y el terreno cedió, haciendo que las casas fueran declaradas inhabitables. En estos hogares vivían aproximadamente 15 personas, entre ellas cuatro niños, quienes lograron evacuar a tiempo y salir ilesos.
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Según testimonios de los habitantes, el hundimiento fue provocado por el debilitamiento del suelo, producto de las intensas lluvias recientes y la presencia de una antigua chimenea de minería en la zona, la cual habría generado un socavamiento subterráneo con el paso del tiempo.
“A eso de las ocho de la noche, mi familia me llamó porque la casa comenzó a hundirse. Luego, como a las ocho y media, nos avisaron que la casa de mi mamá también tenía daños. Afortunadamente, logramos evacuar y sacar nuestras pertenencias a tiempo”; relató Elieth Kauffman, una de las afectadas.

Hundimiento en Santo Domingo obliga a tres familias a desalojar sus viviendas
Los habitantes informaron que, antes del derrumbe, se escucharon fuertes crujidos provenientes del subsuelo, lo que les permitió actuar con rapidez y evitar una tragedia. Aunque no se reportaron víctimas humanas, los daños materiales fueron significativos.
Uno de los inmuebles resultó ser el más afectado, ya que su parte trasera colapsó completamente. Según Kauffman, esta vivienda había sido construida recientemente; sin embargo, su cercanía con el antiguo trabajo minero la hizo más vulnerable ante el hundimiento.
Este medio de comunicación se presentó al lugar este viernes 7 de febrero, constatando los daños y conversando con los afectados, quienes expresaron su preocupación por la inestabilidad del terreno y el temor de que más viviendas puedan colapsar en el futuro.
Santo Domingo es una comunidad altamente dependiente de la minería, siendo esta la principal fuente de empleo e ingresos para la mayoría de sus habitantes. No obstante, la actividad minera ha dejado secuelas en el suelo, generando riesgos como hundimientos y colapsos en algunas áreas del municipio.
Por el momento, las viviendas afectadas permanecen deshabitadas debido al peligro que representan.
Las autoridades locales se presentaron al lugar para conocer la emergencia, brindar acompañamiento y encontrar una solución que evite que más familias sufran las consecuencias de vivir en terrenos inestables.



















