Una menor de apenas 2 años fue rescatada por las autoridades tras una denuncia de presunto abandono y negligencia en el barrio Jonathan González, en Managua.
El caso, que ha generado indignación en redes sociales, fue atendido de inmediato por el Ministerio de la Familia (MIFAM) y otras instituciones competentes, que intervinieron en la vivienda donde presuntamente residía la niña en condiciones de vulnerabilidad.
La menor, identificada con las iniciales F.E.P., vivía con su madre María Eloísa Pérez, conocida como “Chela”, quien ha sido señalada por vecinos y familiares de supuestamente dejarla sola en reiteradas ocasiones; sin cuidados básicos ni supervisión adulta.
La alerta ciudadana surgió este domingo, cuando se difundió un video en redes sociales donde se observa a la niña completamente sola dentro de la casa, sin alimentos visibles y en condiciones presuntamente precarias. La grabación desató una ola de preocupación pública que impulsó la actuación de las autoridades.
Terrible situación para un menor en Managua
Según testimonios, la madre supuestamente acostumbra a salir del hogar por horas, dejando a los niños bajo el cuidado de terceros o simplemente solos. Además; aseguran que en varias ocasiones los menores habrían pasado hambre.
El otro niño, identificado con las iniciales C.A.G.P., también estaría en situación presuntamente vulnerable. Actualmente, se encuentra bajo el resguardo de su tía; en un lugar que no ha sido revelado por razones de seguridad.
Mientras se determina el destino definitivo de la niña, esta ha quedado bajo la custodia temporal de su tío. Al mismo tiempo, las autoridades han iniciado una investigación formal para establecer eventuales responsabilidades. La madre se retuvo por agentes del orden para ser entrevistada y valorada dentro del proceso.
Así mismo, el Ministerio de la Familia reiteró su compromiso con la protección de los derechos de la niñez e hizo un llamado a la población a seguir denunciando cualquier forma de presunto maltrato infantil.
Toda vida infantil merece amor, atención y un entorno seguro. Casos como este refuerzan la importancia de no ser indiferentes ante situaciones de riesgo que afecten a los más pequeños.
