Un trago de licor fue el precio que Angelo Josué Zeledón le puso a la vida de Jhon Bryan Rivas Hernández, pues este le clavó 17 estocadas con un desarmador el pasado 30 de marzo, cuando ambos estaban tomando en la vivienda del acusado en el barrio Villa Guadalupe; en el Distrito II de Managua.
El suceso conmocionó a toda la capital por la saña con la que fue cometido, imaginando que era una pasada de cuentas; pero se confirmó que víctima y victimario se encontraban por primera vez y decidieron tomar licor en la casa de este último junto a un amigo que ambos tenían en común.
Al juicio llegó a declarar el médico forense que realizó la autopsia, quien reveló que la muerte fue de carácter violento, presentando heridas en el rostro, cráneo, pecho, brazos y piernas; además de los golpes y contusiones que tenía en diversas regiones.
El cuerpo se encontraba sobre un charco de sangre al ser encontrado por vecinos que se enteraron de lo sucedido; situación que acabó con la tranquilidad de este barrio capitalino.

Brutalidad de crimen en Managua
El caso, que está en su fase final, tuvo como inicio la tarde del pasado domingo 30 de marzo, cuando la víctima, en estado de ebriedad, se movilizaba con un amigo y se encontraron con Angelo, quien les propuso ir a beber a su casa. Todo comenzó en sana paz hasta que el líquido etílico se estaba acabando y el ahora fallecido pidió un trago de licor; recibiendo un «ni v3rga te voy a dar».
Ante esto, José Sandoval, el tercero involucrado de este crimen en Managua, dijo que iría por las bebidas, saliendo a una venta para continuar con su ingesta; pero al regresar observó a Angelo encima de Jhon, bañado en sangre y con el desarmador en la mano. Este aduce que le dijo, «Vos sos el que sigue»; momento en el que Jhon salió corriendo para no ser la siguiente víctima.
Ahora, una esposa llora por su pérdida y toda una familia clama justicia, esperando que se le imponga a este hombre la pena máxima, aunque, como dicen ellos; no será suficiente para remediar el daño que les ha causado al asesinar a alguien que ni siquiera conocía.



















