Grave accidente deja a joven motociclista intubado tras imprudencia en San Judas

Foto: San Judas vibra con el estruendo de una carrera ilegal/TN8
Foto: San Judas vibra con el estruendo de una carrera ilegal/TN8

Al puro estilo de Rápidos y Furiosos, dos motorizados se lanzaron a una peligrosa carrera por las calles del barrio San Judas, sin imaginar que aquella “adrenalina”; se transformaría en pura desgracia.

La noche del martes, los vecinos fueron testigos del estruendo que hizo temblar la zona; uno de los motociclistas, identificado como Eddy Mendoza, de apenas 19 años, terminó estrellándose brutalmente contra una camioneta cuando se aventaba con todo en una supuesta competencia ilegal.

El joven quedó tendido sobre el pavimento, con múltiples lesiones de gravedad que obligaron a las personas a trasladarlo de emergencia al hospital en un vehículo particular, donde ahora permanece entubado y luchando por su vida.

Según testigos, Eddy y otro motorizado venían “picados”; echando carrera sin ningún tipo de protección ni conciencia. “Creen que andan en pista, que la calle es de ellos, pero se olvidan que la vida no se reinicia como en los videojuegos”; comentó un poblador indignado.

“Picados” por la muerte: imprudencia juvenil cobra factura en San Judas

Foto: San Judas vibra con el estruendo de una carrera ilegal/TN8
Foto: San Judas vibra con el estruendo de una carrera ilegal/TN8

Este tipo de escenas se ha vuelto cada vez más frecuente en Managua; jóvenes que se sienten pilotos, pero sin medir las consecuencias de sus actos. Las motos, aunque prácticas y rápidas, también son los vehículos más vulnerables en las calles; un mal movimiento, una imprudencia o una competencia ilegal como esta puede costarles la vida.

La Policía Nacional se hizo presente en el lugar y ya se encuentra realizando las investigaciones correspondientes para determinar responsabilidades.

Foto: San Judas vibra con el estruendo de una carrera ilegal/TN8
Foto: San Judas vibra con el estruendo de una carrera ilegal/TN8

Desde este medio de comunicación, el llamado es claro: la calle no es pista de carreras. Detrás de cada moto hay una familia que espera, una madre que ora por su hijo, y una vida que puede terminar en segundos.

Que esta tragedia sirva de lección para quienes aún creen que la velocidad es sinónimo de valentía; porque la verdadera valentía está en respetar la vida y las reglas de tránsito.