Moisés Correa Sánchez, el icónico malabarista en patines que durante años alegró y sorprendió a conductores en distintos puntos de Managua, falleció recientemente a los 50 años. Su muerte ha generado pesar entre quienes lo conocieron o lo vieron durante años realizar sus actos en los semáforos de la capital.
Correa era conocido por su habilidad con los patines y por ejecutar malabares con palos, machetes e incluso fuego; aprovechaba cada alto en los semáforos para transformar unos segundos de espera en un espectáculo callejero lleno de destreza, energía y pasión. Muchos lo recuerdan como el hombre de piel tostada por el sol, siempre enfocado en su rutina, deslizándose con agilidad entre los carros, con la mirada fija en sus movimientos y en la esperanza de recibir unas monedas a cambio.
Durante su trayectoria en las calles, pasó por varios puntos de Managua, pero fue en el semáforo del puente desnivel de Rubenia donde más tiempo permaneció; allí, día tras día, hizo de la vía pública su escenario, ganándose el respeto de los ciudadanos por su esfuerzo y perseverancia. Aunque nunca tuvo una tarima formal ni reflectores, su arte y su lucha por sobrevivir no pasaban desapercibidos.

Triste adiós al malabarista en patines más querido de Managua
En los últimos días, su salud se deterioró de forma notoria. Vecinos de la zona, al notar su condición, lo apoyaron y lo trasladaron al Hospital Alemán Nicaragüense. A pesar de los esfuerzos médicos, falleció en el centro asistencial, presuntamente a causa de una infección pulmonar.

Según versiones extraoficiales, Moisés Correa Sánchez sería originario del departamento de Rivas. Ante la ausencia de familiares, los vecinos y personas que lo conocieron han hecho un llamado público a sus allegados para que acudan a retirar su cuerpo y puedan brindarle una cristiana sepultura.
 
		 
			

















