En horas de la mañana de este miércoles 6 de agosto, fue encontrado sin vida el señor Carlos Hernán Cubillos Moncada, de aproximadamente 60 años de edad, en el interior de su vivienda, ubicada en el barrio Nuevo Amanecer, segunda etapa de la ciudad de Juigalpa. El fallecido se desempeñaba como guarda de seguridad en la Alcaldía Municipal.
El hallazgo fue reportado por vecinos del sector, quienes desde varios días no tenían noticias de él. Fue hasta que percibieron un olor desagradable proveniente de la vivienda que comenzaron a sospechar.
Sin embargo, fue hasta esta mañana que el olor se intensificó, lo que llevó a una de las vecinas a investigar. Al asomarse por un espacio del cerco, notó un abanico caído y un bulto sospechoso, lo que motivó la alerta inmediata a las autoridades.
“Desde anoche se sentía un olor raro, pensamos que era un animal muerto, pero esta mañana fue más fuerte. Me preocupó ver la luz encendida y la puerta trasera abierta, algo que él nunca dejaba así. Le toqué la puerta, le hablé y nada. Me fui por atrás y ahí vi lo que parecía un cuerpo. Me asusté y llamamos a los vecinos y a la Policía”; relató la señora Paula Romero, vecina del fallecido.

Hallan muerto a hombre de 60 años en Juigalpa
Miembros de la Policía Nacional, acompañados por el médico forense y peritos de investigación, acudieron al lugar para resguardar la escena y realizar las diligencias necesarias. Hasta el momento, no se han ofrecido detalles oficiales sobre las causas del fallecimiento, aunque se presume que podría tratarse de un infarto u otra causa natural.
Una de las declaraciones más conmovedoras fue la de Daniela Lazo, hija de crianza del señor Carlos, quien expresó entre lágrimas que su padre venía presentando algunos problemas de salud desde hacía varias semanas. “Hace como 15 días, el domingo antepasado, vine a visitarlo y él estaba bien… Siempre nos decía que tenía molestias por una hernia, que le daba problemas, pero que estaba sobrellevando ahí”, dijo.
Daniela también relató cómo se enteró de la triste noticia: “Hoy una profesora me llamó y me dijo que estaba la Policía aquí, que algo había pasado. Y sí, él trabajaba como guarda de seguridad, en la escuela La Niña Esfeliz. Parece que fue por causas naturales, probablemente un infarto”.
Entre sollozos, la joven describió la relación que mantenía con él desde su infancia: “Él fue una excelente persona, siempre me cuidó… Desde que tengo tres años fue como mi papá. Tengo recuerdos muy bonitos con él, era un hombre tranquilo, callado, pero de buen corazón”.
Los vecinos del barrio lo describen como un hombre solitario pero respetuoso, que mantenía una rutina fija entre su trabajo y su casa. “Siempre encerrado, no hablaba mucho, pero siempre saludaba. Muy amable. Era querido por todos”; comentaron.



















