El juicio oral y público por el asesinato del profesor Oswaldo René López Meynar llegó a su etapa final este viernes. En la sala de audiencias de los juzgados de Managua, el Ministerio Público solicitó una condena de 10 años de prisión contra Gerald Josué Campos Morales, hallado culpable como cómplice en el crimen que conmocionó a la comunidad educativa del Colegio Bautista.
El hecho ocurrió el pasado 18 de agosto de 2024, tras una discusión en la vía pública. Según las investigaciones, Gerald conducía el vehículo en el que viajaba su acompañante Heberto Campos, quien desenfundó un arma y disparó contra el docente.
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Aunque Gerald no apretó el gatillo, su rol fue clave en la fuga del asesino, lo que lo convirtió en cómplice directo del homicidio.
“Habiendo escuchado las declaraciones del Ministerio Público y Defensa Técnica, se determina que el acusado Gerald Josué Campos Morales es responsable penalmente; en calidad de cómplice, por el delito de asesinato en grado de frustración en perjuicio de Oswaldo López Meynar”; declaró el juez.
¿Serán más de 10 años de prisión por ser cómplice de un crimen en Managua?
La representante del Ministerio Público explicó: “El Ministerio Público solicita se imponga al acusado una pena de 10 años de prisión, por el delito en grado de cómplice del asesinato en grado de frustración… también fue declarado culpable del asesinato consumado”.
Por su parte, la defensa técnica del acusado pidió una condena menor: 8 años con 9 meses de prisión.
En la sala también se encontraba el hijo del profesor asesinado, quien sobrevivió al ataque. El joven no declaró durante la audiencia, pero permaneció en silencio; escuchando atentamente el desarrollo del juicio.
Ahora será el juez quien decida cuánto tiempo pasará tras las rejas el cómplice Gerald Josué Campos Morales.
Ahora, por haber sido el conductor y facilitar la acción del crimen, Gerald Josué Campos enfrenta la justicia. No disparó, pero su decisión de acompañar y respaldar al asesino lo tiene hoy en el banquillo de los acusados; con una posible condena que marcará su vida. Ser cómplice también tiene consecuencias.
