La tranquilidad del barrio San Sebastián, Managua, se vio alterada la noche del pasado 20 de junio, cuando dos sujetos identificados como Andy Antonio Fuentes y Luis Enrique Lacayo; fueron señalados como los supuestos autores de un robo a mano armada en contra del ciudadano Ricardo Palacios.
«Los dos sujetos se bajaron de la moto que era tipo mensajera, me pusieron una pistola, la cargaron y me dijeron que les diera mis pertenencias. Les di el celular, corrí, me siguieron y luego me pidieron mi billetera, y yo se las tiré»; agregó Ricardo Palacios Castillo, víctima.
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El hecho ocurrió a eso de las 6:40 de la noche, cuando la víctima se encontraba en dicho sector. Según las investigaciones, los acusados se movilizaban en una motocicleta tipo mensajera y, aprovechando la oscuridad de la zona; lo interceptaron intimidándolo con un arma de fuego. Bajo amenazas, lo obligaron a entregar su teléfono celular y su billetera, que contenía documentos personales y dinero en efectivo.
El Ministerio Público presentó el caso en los tribunales, acusando a Fuentes y Lacayo por el delito de robo con intimidación en las personas con circunstancias agravantes; figura que contempla penas más severas debido al uso de armas y a la violencia ejercida sobre la víctima.
Juicio por violento robo en Managua
Durante el juicio en Managua, se expusieron testimonios clave de testigos presenciales que reconocieron a los procesados mediante fotografías físicas y digitales; fortaleciendo así la acusación.
«Nosotros le mostramos a la víctima las fotos digitales y en físico. Y fue ahí donde logró reconocer a uno de los implicados, que en este caso es la persona joven que está tatuada»; agregó Francisco Manzanares, jefe de detectives del D-ll.
Ricardo Palacios relató que vivió momentos de terror al verse encañonado por los delincuentes, pero decidió entregar sus pertenencias para proteger su vida. «Uno siente miedo, porque no sabe si son capaces de disparar»; dijo durante su comparecencia en el juzgado.
El juez a cargo del proceso valorará las pruebas presentadas por la Fiscalía, mientras la defensa de los acusados busca reducir la responsabilidad de sus representados. De ser hallados culpables, Fuentes y Lacayo podrían enfrentar una condena considerable, pues la legislación contempla sanciones ejemplares para este tipo de delitos que ponen en riesgo la seguridad ciudadana.
