La reserva ovárica es un concepto clave para la salud reproductiva de las mujeres, especialmente para quienes aún no han tenido hijos y desean planificar su maternidad a futuro. Se refiere a la cantidad de óvulos disponibles en los ovarios en un momento determinado, y su disminución es un proceso natural asociado al envejecimiento femenino.
Desde el nacimiento, las mujeres ya cuentan con una cantidad limitada de óvulos, que se va reduciendo con el paso de los años.
Aunque al inicio de la vida reproductiva una mujer puede tener cientos de miles de óvulos, la mayoría de ellos nunca se desarrollan y finalmente se pierden. Esta disminución gradual se acelera a partir de los 35 años, y es común que, hacia los 40, la cantidad y calidad de óvulos disponibles disminuya significativamente.
Una reserva ovárica muy baja implica que la cantidad de óvulos que quedan para fertilización es limitada, lo que puede dificultar la concepción natural.
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Además, la calidad de los óvulos también se ve afectada, aumentando el riesgo de complicaciones como abortos espontáneos o dificultades en tratamientos de reproducción asistida.
Es importante que las mujeres conozcan su reserva ovárica a través de consultas ginecológicas y estudios específicos; como la hormona antimülleriana (AMH) y el recuento de folículos antrales por ecografía.
Con esta información, se pueden tomar decisiones informadas sobre la planificación familiar, incluyendo opciones como la preservación de óvulos mediante congelación; si se desea posponer la maternidad.
Informarse a tiempo permite a las mujeres no solo comprender su fertilidad, sino también reducir la ansiedad y planificar con mayor seguridad su futuro reproductivo. Conocer la reserva ovárica es un paso esencial para empoderarse frente a las decisiones de maternidad y aprovechar las opciones médicas disponibles hoy en día.

 
		 
			

















