Cuatro pepinazos recibió Nicaragua ante Costa Rica la noche del lunes 13 de octubre, desde San José, en la fase clasificatoria mundialista. De estos goles, prácticamente todos fueron culpa expresa de Miguel Rodríguez, el portero de la selección nicaragüense.
El espectáculo fue apropiado a este mes, completamente de terror. Los errores garrafales en salidas, despejes y simplemente toma de decisiones absurdas provocaron que Nicaragua fuese vapuleado por la selección tica, que aprovechó cada oportunidad.
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En el tercer gol, Rodríguez falló al despejar un balón que quedó servido a Manfred Ugalde, y en el cuarto, una mala salida terminó con una chilena de Francisco Calvo. Y sí, Nicaragua tuvo su gol de honor, pero de nada sirvió con un portero que pareció ausente en los momentos más críticos.
“Se vendió”, “eso fue amaño”, “hay que investigar a ese jugador”; son los comentarios más comunes en redes sociales sobre este tema, y en verdad da mucho que pensar. Hace años, buena parte de la selección de Nicaragua fue sancionada por amaños de partidos, por lo que el fantasma de la sospecha vuelve a rondar.
Pésima actuación del portero Miguel Rodríguez
Tras el encuentro, el técnico Marco Antonio “Fantasma” Figueroa fue directo: “El 4-1 fueron cuatro errores de Miguel, cuatro, no uno”, declaró ante la prensa, añadiendo que esos fallos “mataron el ánimo del equipo”. El chileno también asumió su parte de culpa por haberle dado la titularidad; pero adelantó que evaluará otras opciones en el arco para los próximos partidos.
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