En el barrio Laureles Norte, en Managua, la abuela María Auxiliadora Velásquez, de 60 años de edad, enfrenta cada día el desafío de velar por la alimentación, el cuidado y la seguridad de sus ocho nietos, luego de que María José Hernández, madre de los menores, se marchara supuestamente con su pareja desde finales del año pasado.
La abuela asegura que, a pesar de las limitaciones propias de su edad, no ha permitido que a los niños les falte comida ni atención básica, aunque reconoce que la carga es muy pesada para ella sola. Entre los menores hay adolescentes de 15 y 13 años, además de varios niños pequeños, algunos con padecimientos de salud que requieren medicinas y cuidados constantes.
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“Ellos no tienen la culpa. Yo no los voy a dejar desamparados, pero son su responsabilidad, no la mía. Yo ya soy una señora mayor”, expresó con visible preocupación la mujer, quien resalta que la ausencia de la madre se ha prolongado desde diciembre, apareciendo solo por breves periodos y luego desapareciendo de nuevo.
Con firmeza, la abuela hace un llamado a su hija, madre de los ocho niños, para que recapacite y regrese a hacerse cargo de ellos. “Que venga a ver a sus muchachitos, porque son de ella. Yo ya no estoy en condiciones para seguir sola con todo esto”, subrayó.
Con 60 años, abuela de Managua se convierte en sostén de ocho menores

La situación ha generado preocupación en el barrio, ya que los pequeños pasan gran parte del tiempo bajo el cuidado de la abuela. La mayor preocupación es que la carga física y económica sobre la adulta mayor pone en riesgo tanto su salud como la estabilidad de los niños.
Ante este panorama, la familia pide que la madre de los menores recapacite y retorne a su hogar, para asumir con responsabilidad el cuidado de sus hijos.
Desde este medio de comunicación se le hace el llamado a la madre para que regrese a casa, de modo que sus pequeños puedan tener el calor y amor de su progenitora. A los pobladores que quieran aportar con ayuda a la señora pueden comunicarse al siguiente número: 8547-3584.
 
		 
			

















