Hoy tuve la oportunidad de escuchar a Wilmor López, un historiador y comunicador de Nicaragua, asesor presidencial en temas de cultura; que realmente sabe cómo atrapar la atención de todos.
Con anécdotas y relatos llenos de vida, nos hizo viajar por la historia de Nicaragua de una manera que nunca había sentido antes.
No solo nos habló de fechas y hechos, sino de cómo la cultura y las tradiciones están presentes en nuestra vida diaria, haciéndonos valorar lo que a veces damos por sentado. Sus historias te hacen sentir que la historia de Nicaragua no está tan lejos, sino que la llevamos dentro.
¿Solo Bad Bunny y nada más?
Algo que me dejó pensando fue cuando habló de la música que escuchamos hoy. López dijo que muchos jóvenes solo seguimos a Bad Bunny o a otros artistas internacionales, olvidando nuestras raíces: el Palo de Mayo, la marimba, los cantos tradicionales.
Me golpeó un poco: ¿realmente estamos dejando de lado lo que nos conecta con nuestra historia y nuestra cultura por un hit de moda? Escuchar lo nuestro es más que música, es memoria, identidad y orgullo.

Nacatamal: más que un platillo de Nicaragua
Otro momento que me encantó fue cuando nos habló del nacatamal, ese platillo que nos une y nos llena de orgullo. Me sorprendió conocer todo el proceso, desde el maíz molido hasta el relleno y el envoltorio en hojas de plátano que le da ese aroma único.
Para López, y ahora para mí también, el nacatamal no es solo comida: es tradición, memoria y un símbolo de nuestra cultura que conecta a generaciones.
Después de escucharlo, me quedó claro que la cultura nicaragüense no es algo distante, sino algo que vivimos, compartimos y celebramos todos los días. Sus palabras me hicieron reflexionar sobre lo importante que es conocer nuestras raíces, valorar nuestras tradiciones y sentirnos orgullosos de nuestra identidad. La cultura no solo nos conecta con el pasado, también nos guía hacia el futuro.

 
		 
			

















