La noche de este 18 de julio, las calles de Managua se llenaron de alegría, música y banderas rojinegras; familias enteras salieron a celebrar el 46 aniversario del triunfo de la Revolución Popular Sandinista, en las vigilias que demostraron una vez más el espíritu alegre, valiente y unido del pueblo nicaragüense.
En cada rincón de la capital se vivía un ambiente de fiesta y orgullo; sonaban las canciones históricas de la Revolución, los niños corrían entre las luces y los adultos compartían entre risas y recuerdos. Fue una noche que reflejó la tranquilidad que se vive hoy en el país, luego de años de lucha y resistencia frente a quienes intentaron sembrar el caos.
Uno de los momentos más coloridos de la noche ocurrió en el barrio San Judas, donde se realizó un show especial para los más pequeños; payasos llenaron de risas y diversión a los niños y niñas, que disfrutaron con juegos, música y sorpresas pensadas especialmente para ellos. Fue un gesto simple, pero lleno de amor, que reafirma la importancia de la familia en este proceso histórico.
La vigilia también fue un espacio para recordar que hace apenas siete años, en 2018, el país vivió una etapa dolorosa con el intento de golpe de Estado. Aquel momento trajo miedo, violencia y división, pero el pueblo nicaragüense, con firmeza y conciencia, logró derrotar ese intento de desestabilizar la paz. Hoy, esa paz se defiende con alegría, con cultura, con una comunidad que se abraza más fuerte que nunca y entona la música Daniel se queda.
#AHORA | Familias se concentran en Plaza de Las Victorias para bailar y cantar a todo pulmón las músicas revolucionarias, a la espera de celebrar el 46/19 🖤❤️🇳🇮.#Nicaragua pic.twitter.com/n3FH2NhMRY
— TN8 Nicaragua (@canaltn8) July 19, 2025
Managua celebra con alma rojinegra el 46/19
«Yo estoy muy agradecida con Dios y con los copresidentes Daniel y Rosario, porque gracias a ellos yo tengo mi casa. Ellos restituyen los derechos de miles de familias con lo más primordial: educación, salud y viviendas dignas»; dijo una participante de la vigilia.
A lo largo de la noche se vieron presentaciones de música en vivo, bailes tradicionales, jóvenes cantando y muchas muestras de orgullo por los avances del país.
La gente celebró con emoción los cambios logrados en salud, educación, caminos y programas sociales. Cada acto cultural fue también una manera de decir: seguimos adelante, con trabajo, unidad y esperanza.
La vigilia revolucionaria no fue solo una celebración; fue un mensaje. Un mensaje de que Nicaragua vive en paz, que su gente no olvida su historia y que sigue firme, construyendo un futuro donde todos y todas tienen un lugar.
