Cuando la luz roja del semáforo detiene el tráfico y los conductores se preparan para una pausa rutinaria; aparece una figura que transforma la espera en un espectáculo en Nicaragua.
Con una sonrisa franca y una destreza impresionante, Nehemías José Velázquez Medrano, de 42 años de edad, un artista circense nicaragüense; hace de los semáforos su escenario improvisado para demostrar el talento artístico que corre por sus venas.
“Mi sueño es realizar una pequeña empresa (circo) por la gracia de Dios, pero hasta el día de hoy todavía sigo en el semáforo esperando en personas de buen corazón que quieran ayudarme para hacer el espectáculo del circo y ya quitarme de la carretera”; expresó Nehemías Velázquez.
Malabares, equilibrio sobre monociclo y contorsionismo son parte de sus números, que forman parte de su lucha diaria por cumplir su sueño; lo que despierta el asombro de los conductores y pasajeros mientras esperan para continuar su marcha.

Artista con grandes sueños en Nicaragua
“Es una manera honrada y una lucha, porque estar ahí debajo del sol no es fácil, pero en vez de andar haciendo otras cosas malas se le admira bastante el trabajo y él siempre busca su sueño de hacer su circo”; dijo Guillermo Alemán.
María López, pasajera de motocicleta, expresó que es muy interesante y peligroso, pero que hay que trabajar para ganarse dignamente el pan de cada día.
“Todos buscamos la manera de ganarnos la vida y él busca el sueño de hacer su circo”; destacó el taxista Freddy Rojas.
Su número principal es el “cruce del indio”, como él lo titula; el cual consiste en pasar un aro con cuchillos y prendido en llamas; para hacerlo aún más impresionante y peligroso; lo realiza con los ojos vendados y con una máscara que simboliza a un gato negro.

Gran ímpetu para salir adelante
Su historia es la de muchos artistas que, lejos de los reflectores de grandes escenarios, mantienen viva la tradición circense en las calles. Cada presentación en el semáforo es un ahorro simbólico en la construcción de ese circo soñado en Nicaragua.
Nehemías José Velázquez nos recuerda que los sueños también se construyen en la calle; semáforo tras semáforo, con el arte, la creatividad y el esfuerzo como bandera.


















