El sonido de esta mañana en el barrio Enrique Smith, en Managua, fue diferente. No era el zumbido de los zancudos, sino el de un grupo de trabajadores de la salud que, con mucho compromiso, recorrieron calle por calle y casa por casa en una jornada de fumigación y abatización que llegó a 144 viviendas.
«Estamos en la lucha epidémica, más ahorita que están iniciando las lluvias, no solo abatizando y fumigando, concientizando a las familias sobre los síntomas que pueden llevar a una complicación médica»; afirmó el Lic. Elvin Ruiz Espinoza, del centro de salud Altagracia.
«Me parece bien porque así evitamos los zancudos, aquí evitamos los residuos de agua, limpio la canaleta, el patio, tener limpio y barrer»; dijo Georgina Arguello.
Armados con fumigadoras y máscaras de oxígeno, los brigadistas no solo esparcieron químicos, sino también tranquilidad entre los vecinos. Cada rincón, cada patio y cada recipiente con agua fue cuidadosamente inspeccionado y tratado, como parte de una estrategia integral del Gobierno de Nicaragua a través del Ministerio de Salud para eliminar criaderos del mosquito.

Fumigación y abatización por Managua
Otros que no pudieron faltar fueron los abatizadores, los cuales con mucha precisión y experiencia aplicaron abate en pilas, tanques y cualquier recipiente que pudiera convertirse en criadero.
«Eliminemos todo posible criadero de zancudo, lo más mínimo: una tapita de gaseosa, una concha de huevo, todo eso es depósito, ahí es donde se crean más los zancudos«; continuó Espinoza.

«Que dejen entrar, que es una cosa muy buena, juntos podemos erradicar las enfermedades, siempre andan fumigando»; continuó Arguello.
De esta manera se protege a la comunidad; pero claro está que el papel lo jugamos todos.
Abra las puertas de su casa, así evita enfermedades que pongan en riesgo la vida de su familia.


















