
Privados de libertad en los sistemas penitenciarios de Chinandega, Estelí y Matagalpa recibieron estímulos en reconocimiento a su buena conducta, participación en programas educativos, laborales y culturales; así como al compromiso demostrado en su proceso de reinserción social.
“Gracias a Dios y a nuestro buen Gobierno, por mi buena disciplina, me están regalando esta bendición”, expresó María Nazareth Mairena, privada de libertad en Chinandega.
En este penal, varios internos fueron reconocidos por sus avances dentro del régimen penitenciario, lo que les permite acceder a beneficios como visitas más frecuentes; participación en programas de trabajo y educación, y eventualmente su traslado a un régimen semiabierto.
En el caso del Sistema Penitenciario de Estelí, también se entregaron reconocimientos a privados de libertad por su activa participación en programas formativos y laborales.

Estímulos para privados de libertad
Everth Girón, alcaide del penal, destacó que se trabaja en cambiar la mentalidad de los reclusos para que, cuando obtengan su libertad, sean personas útiles a la sociedad.
“Gracias a Dios todo ese propósito se está logrando; quienes tienen la oportunidad de salir, están trabajando y otros establecieron sus pequeños negocios”, manifestó.
Los familiares de los internos también reconocen los avances. “Como madre es difícil ver a tu hijo preso, pero a veces Dios hace las cosas por algo. Me dijo que va a culminar su universidad y que aquí dentro aprendió barbería, y que cuando salga pondrá este negocio en la casa, eso me alegra mucho”; compartió Nimia Espinoza, madre de uno de los beneficiados.

Formación y educación
Así mismo, en Matagalpa, un total de 20 reclusos del penal de Waswalí también fueron reconocidos durante el segundo bimestre de 2025 con estímulos por progresión en régimen.
El subcomisionado Donald Pérez Garay destacó que el sistema penitenciario busca la reeducación de los internos a través de programas educativos, laborales y recreativos.
Además, las autoridades explicaron que el régimen progresivo inicia con la sentencia firme y se evalúa cada tres meses; reforzando el compromiso con la reinserción social de los privados de libertad.
 
		 
			
















