La ovinocultura se consolida en Nicaragua como una alternativa de subsistencia y generación de ingresos para las familias. Principalmente orientada a la producción de carne, la crianza de ovinos cumple un papel esencial en el abastecimiento de alimentos para el autoconsumo, mientras que su comercialización local comienza a ofrecer oportunidades económicas adicionales para pequeños productores.
Según el estudio realizado por el Ministerio Agropecuario (MAG) en julio de 2025, el país cuenta con 68,000 cabezas de pelibuey y otras ovejas, distribuidas en más de 8,300 fincas a nivel nacional. El 60% de este inventario se concentra en los departamentos de Managua, Costa Caribe Norte, Costa Caribe Sur y León, mientras que el resto se encuentra repartido por el resto del país.
La ovinocultura se presenta como una alternativa rentable y sostenible que fortalece la seguridad alimentaria y brinda oportunidades de desarrollo económico para los productores nicaragüenses.



















