Nicaragua se prepara con el Plan Interinstitucional Invierno Seguro 2025, para la entrada de la temporada de lluvias ya muy cercana. Este tema fue abordado en Estudio TN8 con Guillermo González, ministro-director del Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (SINAPRED).
De acuerdo con los pronósticos, se espera un invierno de condiciones neutras, lo cual no significa que no puedan registrarse lluvias intensas que provoquen complicaciones.
«Pronostican que vamos a tener un invierno de condiciones neutras; no vamos a tener los dos extremos, ni fuertes precipitaciones, que son propias del fenómeno de La Niña, ni resequedad, como en el fenómeno de El Niño. Eso no significa que va a ser de la misma forma, ni en el tiempo ni en el espacio. ¿Qué significa? Que junio normalmente es de bastantes lluvias, luego en julio hasta agosto con la canícula (…) pero no siempre va a ser de esa manera», indicó González.
Agregó que, según datos estadísticos e históricos, existen distintos rangos de comportamiento de las lluvias entre la costa del Pacífico y la del Caribe.
Citó como ejemplo a Chinandega y León, donde se prevén lluvias en junio y julio; sin embargo, advirtió que esto puede variar, razón por la cual Nicaragua debe contar con un plan bien estructurado.
Temporada ciclónica y la exposición de Nicaragua
Otro punto importante es que el país se encuentra «en el centro del corredor de todos los ciclones que se producen en el Caribe, que vienen desde África, recorren todas las Antillas, todo el Caribe, hasta llegar a nuestras costas».
Para este año se espera una temporada ciclónica más activa: en lugar del promedio de 14 ciclones, se estima que podría haber 17. Entre ellos, se esperan huracanes, con un promedio de 9, y de esos, 4 serían de gran potencia.
Ante este panorama, el doctor Guillermo González recordó la experiencia adquirida por parte de las autoridades gubernamentales de Nicaragua ante fenómenos y emergencias climáticas; como los huracanes Iota y Eta en el Caribe.
«Nicaragua tiene zonas que, por su configuración geológica, son muy propensas a inundaciones. Todo el Litoral Caribe es muy bajo, es propenso a inundaciones, está recorrido por ríos largos, de gran potencia, de mucho caudal, que almacenan mucha cantidad de agua. Entonces, eso puede complicarnos un poco en esa zona con huracanes de gran potencia»; explicó.
También destacó que Nicaragua tiene poblaciones cercanas a montañas, las cuales, tras extensos períodos de lluvias, son propensas a deslizamientos. Todo esto está meticulosamente evaluado por las autoridades del SINAPRED; lo que permite aplicar acciones preventivas ante el invierno.

Identificación de puntos críticos
Alrededor de 2,100 puntos críticos han sido mapeados por las autoridades, lo que permite conocer datos como la cantidad de población expuesta; su distribución y el grado de riesgo ante lluvias o efectos de huracanes.
«No es solamente tenerlo como información, sino como punto de acción, porque también en esos lugares venimos trabajando los planes familiares, planes comunitarios, las brigadas de respuesta rápida en las comunidades. Y todo eso nos permite ir creando una capacidad de respuesta, porque aquí de lo que se trata no es solo si va a llover, sino de cómo actuar ante cualquier circunstancia«; expresó González.
En ese contexto surge el Plan Interinstitucional Invierno Seguro 2025, el cual involucra a todas las instituciones del Estado. Su objetivo es contar con un plan de acción tanto previo como durante el período lluvioso, con capacidad de respuesta ante cualquier tipo de situación.
Este esfuerzo abarca desde las familias, colegios, centros de trabajo, instituciones de emergencia, puestos de salud, hospitales y toda una red; que está lista para responder a emergencias provocadas por lluvias en Nicaragua.

Cada hogar preparado ante las lluvias en Nicaragua
Otro aspecto relevante que mencionó el ministro-director del SINAPRED es que desde el hogar deben tomarse acciones preventivas frente a las lluvias. En este sentido, recomendó la limpieza constante de las canaletas de los techos; así como de las hojas caídas en los patios o aceras.
Asimismo, insistió en la importancia de que las familias en todo el país se involucren en los Ejercicios Nacionales de Protección a la Vida, que se realizan cuatro veces al año. A través de estos simulacros, se pueden visualizar y anticipar diferentes situaciones derivadas de emergencias climáticas.
Finalmente, González explicó cómo está afinado el sistema logístico de respuesta, tanto en el primer como en el segundo nivel; abarcando desde la prevención hasta la mitigación de cualquier situación que ponga en riesgo a las familias.
Para concluir, hizo un llamado a la responsabilidad ciudadana y a no poner en riesgo la vida propia ni la de los demás. Recalcó especialmente los peligros asociados a la crecida de ríos y calles inundadas, donde no se deben tomar decisiones apresuradas: «porque luego pueden convertirse en tragedias familiares».

 
		 
			

















