Managua cumple más de 130 años de celebrar sus fiestas tradicionales en honor a la pequeña imagen de Santo Domingo de Guzmán; que arrastra multitudes cada 1 y 10 de agosto.
De ahí surgen los tradicionalistas. La historia más reciente señala a un “Chema Pelón”, quien este año cumple 50 años de celebrar el tradicional Palo Lucio en las inmediaciones de la Rotonda Cristo Rey en Managua.
José María Barahona desmiente a la gente que dice que le echa como cinco quintales de manteca para que nadie se pueda llevar el premio que está en la cúspide del palo.
“No es cierto, siempre se llevan el premio, hay electrodomésticos de premios, dinero en efectivo y otras sorpresas”; apuntó don Chema Pelón, quien actualmente tiene 74 años de edad.

Tradiciones de Managua
Barahona, quien dice que nació en Granada, contó que hace 50 años su hija Francis Barahona se enfermó y le pidió a Santo Domingo que la curara. Le hizo el milagro, y es por eso que todos los años recibe el apoyo económico de la municipalidad para celebrar esta tradición.
Confió que hace unos años, unos “malandrines” llegaron y se robaron el poste con todo y el premio; pero fue alertado por la población y lo fue a recuperar.
La historia de las montas de toros
Toda fiesta patronal en Nicaragua debe ir acompañada de montas de toros. En el caso de Managua, capital del país; en muchos lugares se organizan las tardes taurinas y no deben faltar esas montas.
Camilo Membreño, un tradicionalista, dice que su padre, Manuel Membreño, quiso darle un ambiente de alegría a estas fiestas. Fue don Lisímaco Chávez, otro de los tradicionalistas; quien animó para que se hicieran las montas de toros.
“Hace 42 años iniciamos la ‘roza del camino’, preparándonos para las fiestas de Managua. Comenzamos con las montas de toros, una tradición que hasta el día de hoy prevalece. Nosotros, por eso, hacemos vela el 28 de julio, la vela de los toros, donde repartimos comida a las personas”; manifestó Don Camilo Membreño.

Lisímaco Chávez y su tradición de la chicha de las siete quebradas
Previo al primero de agosto, también en Managua, propiamente en el barrio San Judas, se realiza la vela del barco, una tradición en la que la Alcaldía dispone de un barco adornado con flores artificiales, donde montan la imagen de Santo Domingo de Guzmán.
En ese lugar se reparten alimentos y lo esencial: la chicha de las siete quebradas, que inició hace muchos años el torólogo Lisímaco Chávez, quien, según las creencias, se mantenía conservado, no se bañaba por una semana, y luego lo hacía acercándose las fiestas. Con esa agua se le agregaba a la chicha que la gente consume.
“Ya estamos listos con la chicha de las siete quebradas. Es una tradición que la inició mi abuelo, que cuando estaba chiquito se enfermó, pero se curó, y se cree que fue Santo Domingo de Guzmán quien lo curó. A partir de allí se comenzó a preparar la chicha de las siete quebradas, que lleva piña, coyolito, jengibre, clavo de olor, y el 31 se hace la repartición”; dijo Franklin Chávez, tradicionalista de las fiestas.

La Chica Vaca
Doña Juana Francisca Villalta, conocida como la Chica Vaca, quedó en la historia como tradicionalista. Ahora son sus nietas quienes siguen su legado de la tradición.
La última entrevista en vida que dio a TN8, hace muchos años, doña Juana Francisca Villalta tenía 104 años de edad; y en ese entonces cumplió 90 años de tradición.
“Yo, aunque esté enferma, siempre vamos a celebrar la tradición”; dijo en ese entonces doña Francisca Villalta.

El Cacique en Managua
En la actualidad han surgido muchos caciques que acompañan esta tradición. Hace unos años, muy pomposo, salía a las calles Óscar Ruiz, llamado el Cacique Mayor; un tradicionalista que hasta su último día de vida le bailó a la imagen de Santo Domingo de Guzmán.


















