A sus 80 años, la maestra de maestras Irene del Socorro López Pérez fue reconocida en un acto póstumo que reunió a familiares, autoridades y artistas. Durante la ceremonia se le entregó la Declaratoria de Hija Directa de la Ciudad de Managua, otorgada por la Alcaldía, y la Orden General José Dolores Estrada, Batalla de San Jacinto, en grado Gran Cruz, concedida por la Asamblea Nacional. Los honores fueron recibidos por su esposo, Francisco José Martínez Mejía, y sus hijas Irene Francisca y Lizeth de los Ángeles Martínez López.
La alcaldesa de Managua, Reina Rueda, resaltó la importancia del legado de la maestra: “El legado que nos dejó nuestra hermana Irene López a esta generación y a las futuras generaciones es invaluable. Fue la primera precursora de la cultura, luchó por el reconocimiento y por fortalecer nuestras raíces, folclor e identidad. No la despedimos con tristeza, sino con aplauso, alegría y mucho agradecimiento. Aquí estamos, en nombre de nuestro presidente Daniel y la copresidenta Rosario Murillo, acompañando a la familia en estos momentos tan difíciles.”
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Por su parte, Ramón Rodríguez, director del Teatro Nacional Rubén Darío, destacó su aporte histórico a la danza nacional: “Estamos reconociendo a una gran maestra de la danza y del folclor, investigadora de nuestras raíces culturales. Muchos de nosotros, cuando éramos adolescentes, recordamos a Irene López.
Ella fue pionera en llevar espectáculos de danza al Teatro Nacional en un momento complejo para los artistas; acercando la cultura popular a escenarios que antes le eran inaccesibles.”
Declarada Hija Directa de Managua, Irene López deja un legado imborrable en la danza

Irene López Pérez fue fundadora del primer ballet folclórico de proyección artística del país y directora de la Escuela Nacional de Danza; contribuyendo a la formación de varias generaciones de artistas. Su trayectoria la llevó a escenarios nacionales e internacionales; donde representó con orgullo la cultura nicaragüense.

Con su labor, la maestra fortaleció la identidad del país y promovió la cultura popular; dejando un legado que perdurará como ejemplo de dedicación, amor a la patria y compromiso con las tradiciones nicaragüenses; inspirando a presentes y futuras generaciones.


















