El legado de Silvia Ferrufino, una destacada enfermera ejemplar, sigue presente, y como reflejo de ello se realizó una emotiva ofrenda floral en su honor, en el cementerio de la comarca Jocote Dulce, que contó con la participación de trabajadores de distintas unidades de salud, sus hijas y el doctor Gustavo Porras.
Quien, con nostalgia, recordó y resaltó algunos momentos heroicos: “Recuerdo que estábamos en los patios de Don Bosco, donde nos juntábamos todos los que estábamos en huelga porque nos desalojaron de los hospitales”.
Y afirmó que es un ejemplo a seguir, asegurando que “ese ejemplo de dignidad, fuerza, decisión y valor frente a una Guardia Nacional terrible, porque era una guardia que masacraba a los jóvenes, y ahí estaba Silvia en su huelga de hambre”.
Agregó que mantuvo su lucha hasta que se le dañaron sus riñones y otros órganos, lo que trajo como consecuencia, un año después, su paso a la inmortalidad. Sin embargo, cuatro meses después del deceso de Silvia, se produjo el triunfo de la Revolución Popular Sandinista, el 19 de julio de 1979, y “por eso creo que es importante recordar a nuestros héroes, nuestras heroínas, y sobre todo a Silvia, quien fue una mujer con una decisión inquebrantable”.

Recuerdan al valiente legado de Silvia Ferrufino
Silvia ofrendó su vida por el sueño que hoy en Nicaragua es una realidad, y permite continuar con el compromiso de mejorar la atención de salud en cada rincón del país. Fundó FETSALUD, y este legado aún continúa; en la actualidad, destaca en programas como “Mi hospital en mi comunidad” y en las jornadas quirúrgicas. “Es decir, es un aporte de los trabajadores de la salud en Nicaragua”.
No cabe duda: este acto conmemorativo es un símbolo más del agradecimiento por la lucha por la justicia laboral y el acceso a una salud completamente digna para los nicaragüenses; así como un reflejo de su valentía y entrega que contribuyó a esta nación.



















