En 2024, Nicaragua exportó más de 3.592 toneladas de aguacate, consolidándose como un importante productor en la región. El país cuenta con 1,217 manzanas establecidas en áreas compactas, destacando el papel clave de pequeños y medianos productores.
Carazo y Masaya concentran el 57% de la producción nacional. Don Martín Arévalo, productor con una finca de más de 100 años en la frontera entre ambos departamentos, destaca el crecimiento del cultivo gracias al apoyo gubernamental y sus planes de darle valor agregado.
«La producción de aguacate ha ganado terreno en zonas donde antes se cultivaban otros productos», afirma Arévalo. Este fruto, con alta demanda global por su valor nutricional, representa una oportunidad de crecimiento para Nicaragua, que ha incrementado su comercialización y exportación en los últimos tres años.
Don Martín Arévalo, pionero en el cultivo de aguacates en Nicaragua, heredó la finca Mirazul de sus antepasados y decidió innovar en el rubro. «De mi bisabuelo pasó a mis abuelos, luego a mis padres, y ahora somos tres hermanos con nuestras tierras. Yo soy el fundador de la mayoría de plantíos de aguacate en Nicaragua»; afirmó.
Nicaragua: Un importante productor de aguacates en la región
Antes, la zona de Carazo era cafetalera, pero Arévalo vio una oportunidad en el aguacate. «Traje la yema desde Guatemala y mostré a mis amigos cafetaleros cómo nos estaba pagando el aguacate. Así, poco a poco, dejamos el café y nos convertimos en aguacateros»; explicó.
La finca Mirazul genera empleos directos y fortalece el comercio local. Juan Gómez, trabajador de la finca, mencionó que ha aprendido sobre el cultivo durante sus nueve años allí. Mientras que César García recordó: «Empecé a los 16 años rozando con machete, cuando aún no había máquinas».
El aguacate ha impulsado la economía local. «El mercado vende cada aguacate a 100 córdobas, pero nosotros lo vendemos a 25. Esto genera empleo desde la siembra hasta la comercialización. Ahora usamos un sistema más eficiente, sembrando directamente tres semillas en cada hueco»; detalló Arévalo.
Juan Gómez y César García, trabajadores de la finca Mirazul, han logrado sostener a sus familias gracias al cultivo de aguacate. «Mi hijo de 9 años está en tercer grado y mi hija de 4 en preescolar. En estos 9 años trabajando con don Martán, siempre hemos tenido el pan de cada día»; comentó Gómez.

El impacto del aguacate en Carazo y Masaya
Actualmente, la finca cuenta con más de 2,300 árboles de aguacate de seis variedades. Don Martán Arévalo destaca la importancia del sistema radicular en el crecimiento de las plantas. «Si no inducís a producir más raíces, el árbol nunca se va a desarrollar completamente»; explicó.
El mantenimiento de los árboles es clave para su productividad. «Desde que se siembra, se fumiga, se rozan los troncos con líquido, se deshijan y se podan»; señaló Gómez, resaltando el trabajo constante que requiere el cultivo.
Don Martán Arévalo ha implementado un sistema de siembra eficiente, manteniendo 100 árboles de aguacate por manzana y renovando los cultivos cada 45 años para mejorar la polinización y comercialización. «Tengo aguacates Simpson y Choquete para asegurar producción todo el año»; explicó.
César García destacó los beneficios del aguacate como alimento: «Es rico, saludable y tiene vitaminas. Puede llegar a pesar hasta 4 libras, dependiendo del tamaño».

Innovación y crecimiento en la finca Mirazul
En su última cosecha, Arévalo generó entre 5,000 y 6,000 dólares en producción. El mantenimiento de la finca es constante, con fumigaciones diarias y trabajo con guadañas en lugar de machetes. «Siempre hay trabajo en la finca para sostener a la familia, gracias a Dios»; afirmó García.
Don Martán Arévalo ha implementado técnicas innovadoras en el cultivo del aguacate, como el manejo de poda y tejido para acelerar el crecimiento. «Esos palitos que te enseñé tienen 7 meses de sembrado y se han desarrollado más rápido gracias al manejo del sistema radicular«; explicó.
La seguridad ha sido clave para el crecimiento del sector. «El robo del aguacate es increíble, pero hemos tenido una ayuda tremenda del Ejército, que se dedica a cuidar los cultivos»; afirmó Arévalo.
Como visionario, busca darle valor agregado al aguacate. «Hasta la semilla tiene propiedades medicinales, y la raíz del árbol podría servir como medicina»; señaló.
Según estadísticas, entre enero y mayo de 2024 se registraron más de 5.3 millones de frutos cosechados en Nicaragua.

El aguacate como fuente de sustento familiar en Masaya
En Masaya, pequeños productores como Juan José Mercado y Luis Antonio Acosta destacan la rentabilidad del aguacate y sus desafíos para el 2025.
El 2024 dejó grandes resultados, con más de 150 nuevas manzanas de cultivos y un crecimiento del 1% respecto al 2023. Nicaragua exporta aguacates a Costa Rica, Honduras, El Salvador y Guatemala, mientras trabaja en nuevos mercados.
Juan José Mercado, con 12 años de experiencia, transformó su finca tras una plaga de cítricos. «Es rentable, hemos hecho un buen trabajo y el resultado es ver esos árboles produciendo, que es lo que uno desea»; afirmó.
En su finca, con árboles de entre 6 y 12 años, han logrado cosechas de hasta 300 unidades por árbol. «Me entusiasma bastante, me gusta el trabajo e inspirar a otros a que trabajen con la tierra»; comentó Juan Carlos Mercado, trabajador del lugar.

Técnicas innovadoras y colaboración con el INTA mejoran la producción de aguacate en Nicaragua
Juan José Mercado y su familia trabajan en una finca de dos manzanas donde aplican técnicas de poda y foliaje para mejorar la producción de aguacates.
«Estamos tratando de que la flor cuaje y la producción de frutos sea mejor que la del año pasado», señaló Mercado, quien realiza aplicaciones de foliaje cada 10-12 días para proteger la floración.
Su finca alberga 105 árboles de la variedad Mr. Octubre y 140 de Benny. Cada aguacate puede pesar hasta 5 libras, y en la cosecha pasada logró el 60% de producción, con más de 3,000 frutos.
Mercado ha trabajado de la mano con el INTA, capacitándose en diplomados y aplicando productos orgánicos como la bambucina, una hormona derivada del bambú para el crecimiento del árbol. «Me he documentado y he visto que mi trabajo es mejor que en otros lugares»; afirmó.
Una buena cosecha le genera entre $5,000 y $6,000, y su producción se distribuye en mercados de Masaya y León.

Crecimiento continuo en la finca La Extremadura
La finca La Extremadura en Masatepe, que inició con una inversión estadounidense, ha expandido su producción de aguacate.
Luis González, representante de la Asociación Abofiza, explicó: «Anteriormente éramos productores de café y teníamos solo 40 o 50 palos de aguacate, pero actualmente ya contamos con 713 plantas.»
Actualmente, la finca cosecha entre 100 y 110 aguacates diarios. En 2023 lograron 45,000 unidades, y para este año esperan alcanzar entre 65,000 y 80,000. A largo plazo, proyectan una producción de 180,000 unidades entre 2026 y 2027.
«Según los expertos, a partir de los 3 años un árbol empieza a producir más de una docena de aguacates.»; dijo Luis González.

La comercialización del aguacate en Nicaragua
Sobre la comercialización, González detalló que el precio varía entre 20 y 35 córdobas por unidad, dependiendo del mercado y el tamaño del fruto. Los aguacates se venden en León, Masaya y San Rafael, con algunos envíos a Costa Rica a través de intermediarios.
En la finca Extremadura, el personal encargado de la cosecha de aguacates está compuesto por 12 personas, de las cuales el 90% son de la variedad Bene, con un 10% distribuido entre Simpson, Choquetes y Cornaila. El enfoque es reinvertir en la producción con el objetivo de expandir y mejorar el cultivo de aguacates.
Según las estadísticas, en 2021 el mercado mundial de aguacate alcanzó un valor de 13,970 millones de dólares, y se espera que para 2030 este mercado supere los 26,000 millones.
«Producir aguacate no es difícil, siempre y cuando quienes estén involucrados tengan amor y pasión por cuidar el cultivo.»; Luis González.


















