El Nacatamal: La joya de la cocina nicaragüense que quizás no conocías

Foto: “El nacatamal: Un bocado que une cultura/ Cortesía
Foto: “El nacatamal: Un bocado que une cultura/ Cortesía

¡Una sorpresa en mi mesa! Nunca me había puesto a pensar que el nacatamal, ese plato que acompaña tantos domingos en la mesa de las familias de Nicaragua, podía guardar una historia tan increíble.

Lo descubrí en una plática con el maestro Wilmor López, periodista, folklorista, historiador y asesor cultural del Ministerio de Educación. Un hombre que ha dedicado su vida a rescatar la cultura, un apóstol que ha defendido a capa y espada la identidad nacional.

El ritual del domingo

En Nicaragua, el nacatamal es casi sagrado. El domingo amanece y ya se siente el olor que sale de la cocina: masa, carne, arroz y hojas de plátano. Las abuelas, mamás y tías hacen equipo, los chavalos esperan ansiosos, y hasta los vecinos se enteran. Es más que comida, es unión y paciencia.

Un platillo con historia global

Escuchando a Wilmor en Los Xpertos Podcast me quedé boquiabierto. Contó cómo cada ingrediente del nacatamal viene de distintos rincones del mundo y se juntó aquí. Y uno, que lo mira como “bien nica”; entiende que también es testimonio de mestizaje cultural.

Foto. Wilmor López, periodista, folklorista, historiador y asesor cultural del Ministerio de Educación/Cortesía
Foto. Wilmor López, periodista, folklorista, historiador y asesor cultural del Ministerio de Educación/Cortesía

¡Los ingredientes del Nacatamal que viajaron por el mundo!

La papa, que muchos disfrutamos en el relleno, viene de los Andes, específicamente de Perú y Bolivia. El arroz, infaltable en nuestra dieta, llegó desde Asia. El maíz, por supuesto, es el alma de Mesoamérica, herencia directa de nuestros antepasados. La carne de cerdo fue introducida por los españoles desde Europa. Y finalmente, la hoja de plátano que lo envuelve nos conecta con África, que aportó esa manera única de preparar y proteger el alimento.

La carne de cerdo la trajeron los españoles desde Europa. Y la hoja de plátano nos conecta con África, que aportó esa manera de preparar y proteger la comida.

Tiempo, paciencia y amor

Hacer nacatamales no es cosa de un ratito. Yo recuerdo en mi casa, la cocina llena de vapor, todos ayudando como podían. Y cuando estaban listos, con chilito y café, el sabor era premio después de tanta espera.

Mucho más que comida

El nacatamal es memoria. No es solo comida de domingo, es historia viva que cuenta cómo se formó nuestra cultura. Y aunque tenga ingredientes de todo el mundo, nadie lo hace como nosotros. Porque solo un nacatamal nica tiene ese sazón que nos hace decir: ¡Qué sabroso ser nicaragüense!