La música moderna sería difícil de entender sin el rock y sus derivados. Hablamos de un género que exige talento artístico, mental y físico hasta el punto de volverse inmortal. Y es ese género el que, desgraciadamente; pasa por la peor etapa de su existencia.
Nací en el 88, así que mi despertar con este género fue cuando tenía unos 10 años, en el glorioso 98, donde ocurrió una auténtica explosión musical. Nació el Nu Metal y la escena alternativa estaba más viva que nunca.
MTV dominaba la televisión, dictaba el gusto popular en todas las regiones, al menos así se percibía en Latinoamérica. En esos años, en esa escena, el rock tenía un lugar de privilegio entre lo «in», entre lo vigente del entretenimiento. Ahora, parece ser un género de culto, lo cual no es malo. Pero, ¿cómo pasó a volverse tan «oculto»?
Este 13 de julio se celebra el Día Mundial del Rock, por el famoso Live Aid. Aunque su trasfondo humanitario ha sido discutido con los años, lo cierto es que fue un evento protagonizado por bandas de rock, porque eso era lo más grande que había en la escena en el 85. Bueno, 40 años después, si hicieran uno, probablemente no habría ninguna agrupación del género.
¿Por qué el rock se ha apagado tanto?
¿Cómo llegamos a este punto? ¿En qué momento la música popular fue saqueada por el «urbano», por artistas latinos cuyas fórmulas repetitivas no parecen tener un propósito artístico real? Son productos comerciales, incluso más superficiales que el pop; del cual me quejaba a finales de los 90 e inicios de los 2000.
No quiero que se vea esto como la queja de un «viejo» que no entiende las nuevas tendencias. Soy el mayor seguidor de las modernidades digitales, de reconocer la importancia de las redes sociales y cómo esto cambió a la sociedad humana de forma tan trascendente que es curioso, muchos todavía no se dan cuenta. O simplemente quizás nacieron con este modelo y no atestiguan cómo era el mundo antes.
Lo que me llama poderosamente la atención es cómo el rock no ha podido permear en las nuevas generaciones, porque no hay bandas populares para precisamente esas nuevas personas. Obviamente, siempre tendremos los clásicos Metallica, Iron Maiden, Guns N’ Roses, Megadeth o bien a los alternativos Radiohead, Oasis, Blur, Coldplay, etc. Pero la mayoría de esas bandas tienen ya muchos años desde que se formaron. ¿Dónde están las nuevas voces del rock?
Introducción a la modernidad digital
Es cierto que MTV ya no existe, pero sí están TikTok o Instagram. Es ahí donde los géneros modernos y absurdamente populares, como el urbano o la música banda, sí han ganado terreno.
Y con esto no es decir que el rock se va a «rebajar» a ello, porque es algo natural. En MTV se exigía tener videos musicales grandiosos, eso fue parte de la popularidad de Limp Bizkit, Linkin Park o el propio Korn. Hasta bandas de protesta como Rage Against The Machine tenían que promover videos musicales pulcros.
Es más, en la escena alternativa de los 2000 tenemos grandes expresiones como Interpol, The Strokes, The White Stripes, The Killers, Franz Ferdinand, Arcade Fire. Hasta ellos se han visto reducidos en la actualidad.
Ahora, si nos situamos al rock latino, uno que es de mis favoritos, obviamente ya no estamos con Soda Stereo o Héroes del Silencio, pero hay bandas que pueden mantener la llama. Babasónicos, de mis bandas favoritas, lanzan álbumes de forma continua; también Cuarteto de Nos, aunque otros que pudieron continuar se fueron apagando, como Café Tacvba o La Ley. ¿Qué fue de ellos?
Ese es otro punto, de hecho: las bandas de rock quizás tardan mucho entre un álbum y otro, a diferencia de otros géneros. Y, claro, esto tiene una explicación evidente. Hacer un álbum de rock no es sencillo, requiere inspiración artística, a diferencia del urbano o la música banda, cuya estructura simplista facilita crear canciones sin necesidad de un pensamiento profundo.
Nicaragua, en la resistencia del rock
Y claro, en toda esta reflexión no podía dejar de mencionar el rock de Nicaragua. Se ha visto disminuido un poco en comparación a hace unos años, pero no significa que no haya música para destacar.
Por ahí Q69K lanza música nueva, así como Momotombo, Fallen Monster, G.A.R.M, ISS75, Rapaz, Omnífono o Subterráneo. O bandas nuevas como Red Clue, Coraje, Masakre, Holograma, El Ángel Exterminador y otros que van ahí intentando meterse en el tema. Además, la vigencia de Alejandro Mejía es innegable, así como la trayectoria creciente de Ciclo.
De hecho, en el caso de Nicaragua, TN8 Musical y La Rock FM están siempre a la vanguardia de promover el género, pero también debe haber trabajo tanto de las agrupaciones como de locales que continúen este impulso.
Igualmente, rescato el trabajo de SoNica Conciertos Nicaragua, promotora que hace de tripas corazón para que bandas de rock y metal puedan tocar en nuestro país. ¿Queremos más bandas? Entonces debemos mostrar de forma más clara el apoyo que existe. Y apoyo significa capacidad de pago para que grandes artistas puedan visitar Nicaragua.
Conclusión: el rock no ha muerto, pero necesita juventud
Todo esto me lleva a una conclusión. El rock no está muerto, ahí vimos el alcance del regreso de Oasis o la despedida de Ozzy Osbourne, eventos virales y mundiales.
Eso está bien, pero son bandas de personas mayores. Por ello, el rock sí necesita un revulsivo, uno joven, almas que depositen su arte en crear obras que calen a estas nuevas generaciones. No podemos seguir contando únicamente con las glorias del pasado, porque si no surgen nuevas voces, el grito del rock podría volverse, con el tiempo, solo un recuerdo.
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