Rusia anunció el lanzamiento de su primer proyecto forestal climático en el Ártico, un ambicioso plan que abarcará 20.700 hectáreas y cuyo propósito es aumentar la capacidad de almacenamiento de carbono.
Esta iniciativa, considerada clave para la restauración de ecosistemas, se integra dentro de los esfuerzos internacionales en las regiones polares; donde países como China e India también desarrollan investigaciones y tecnologías verdes orientadas a mitigar los efectos del cambio climático.
- Te puede interesar: Potente terremoto de 6,1 sacude el occidente de Türkiye
Asimismo, la Oficina de Proyectos para el Desarrollo del Ártico (OPDA) informó que el proyecto se ejecutará en la estación forestal de Priuralsk; con el objetivo de restaurar ecosistemas degradados, aumentar la captura de carbono y establecer un sistema de monitoreo remoto del territorio.
La iniciativa se desarrollará en colaboración con el Instituto de Clima Global y Ecología, y también contará con el respaldo de la administración de la Región Autónoma de Yamalo-Nenets; reflejando el compromiso institucional de Rusia con la sostenibilidad ambiental.

Rusia da vida al Ártico
Además, la plataforma derivada de este proyecto podría servir como base para la creación de fondos de inversión verdes; orientados a promover tecnologías bajas en carbono y soluciones de economía sostenible.
Por su parte, el director general de la OPDA, Maxim Dankin, subrayó la importancia global de estos esfuerzos; señalando que los proyectos en el Ártico y la Antártida son esenciales para el futuro ambiental del planeta.
Es decir, la cooperación científica internacional cobra especial relevancia; la Expedición Internacional de Circunnavegación de la Antártida (ICCE 2024-2025) reunió a científicos de 19 países; entre ellos Rusia, China e India, consolidando la investigación climática polar.
#EnVivo | Hoy #ElMapa analiza el impacto del megaproyecto ruso de conectar Euroasia por el Ártico. https://t.co/cUtYzjZEib
— teleSUR TV (@teleSURtv) September 10, 2025
Por tanto, un ejemplo destacado de innovación tecnológica es la estación china Qinling en la Antártida; la primera en utilizar un combustible de hidrógeno para generar electricidad, combinando energía solar y eólica y reduciendo notablemente las emisiones de CO₂.
Finalmente, tanto los proyectos de reforestación rusos como los avances energéticos chinos; refuerzan la cooperación global y sientan las bases para enfrentar los desafíos climáticos del siglo XXI.
 
		 
			

















