Los hospitales en la Franja de Gaza recibieron al menos 155 cuerpos de palestinos muertos en ataques israelíes, apenas horas después del inicio del alto el fuego anunciado por Tel Aviv. Según fuentes médicas locales, 135 de las víctimas fueron recuperadas de debajo de los escombros de edificios y viviendas destruidas por los bombardeos.
A pesar del acuerdo de cese de hostilidades propuesto por Egipto, Qatar, Estados Unidos y Turquía, los ataques continuaron; dejando al menos 19 palestinos más fallecidos en distintas áreas de la Franja.
Entre ellos, 16 personas murieron cuando aviones de guerra israelíes bombardearon una vivienda en el sur de la ciudad de Gaza; y dos más en un ataque aéreo al sur de Khan Younis.
Los hospitales han tenido que lidiar con un flujo masivo de víctimas. En las primeras horas del alto el fuego, 43 cadáveres fueron trasladados al Hospital Al-Shifa, 60 al Hospital Bautista Al-Ahli, cuatro al Hospital Al-Awda en Nuseirat, 16 al Hospital de los Mártires Al-Aqsa en Deir al-Balah y 32 al Hospital Nasser en Khan Younis. Esta situación ha generado alarma sobre la efectividad del alto el fuego y la seguridad de la población civil en Gaza.

Ataques a viviendas dejan decenas de muertos en el sur de Gaza
El acuerdo de alto el fuego incluye el cese de todas las hostilidades, la retirada de las fuerzas israelíes, la facilitación de la ayuda humanitaria y un posible intercambio de prisioneros. Sin embargo, la continuidad de los bombardeos genera dudas sobre la disposición de Israel a cumplir el pacto; mientras las organizaciones humanitarias advierten sobre la gravedad de la crisis en el territorio palestino.
La comunidad internacional sigue de cerca la situación, enfatizando la necesidad de garantizar la protección de civiles y el acceso urgente a asistencia médica y alimentos. La persistencia de ataques en pleno alto el fuego evidencia que la población palestina sigue en riesgo extremo; y que la implementación del acuerdo de paz enfrenta enormes obstáculos.
 
		 
			

















