One-Punch Man 3: la decepción que golpeó más fuerte que Saitama

La tercera temporada de One-Punch Man ha llegado cargada de expectativas tras seis años de espera, pero la recepción entre los fans está siendo más que tibia. Según un análisis de Espinof, el retorno de Saitama no ha logrado cumplir el legado de la primera temporada, y el descontento ha estallado de forma pública.

La mayor parte de las críticas se concentran en la falta de coherencia en la animación, un ritmo que muchos consideran errático y una sensación general de que el equipo de producción no ha logrado captar la chispa original. Pero el foco del debate está en el director de esta temporada, Shinpei Nagai, quien ha cargado con la mayoría de los reproches.

Nagai confesó que el nivel de presión y hostilidad que ha experimentado le ha afectado personalmente: “Honestamente, esto está afectando a mi salud mental y solo trae cosas negativas para el anime, el equipo y los creadores originales”. Como consecuencia, eliminó su cuenta en la red X (antes Twitter), perdiendo así un canal de comunicación directo con los fans.

Por otro lado, los seguidores del anime apelan al estudio J.C. Staff y a los productores, acusándolos de no haber destinado suficientes recursos o haber gestionado mal la producción, lo que explicaría el salto cualitativo hacia abajo.

One-Punch Man pierde fuerza

El suceso va más allá de una simple mala crítica: pone sobre la mesa los efectos que pueden tener la presión del fandom, el entorno de redes sociales y la industria del anime sobre quienes trabajan en ella.

En un momento en que la franquicia es muy querida, esta temporada ha tenido que lidiar no solo con la calidad del contenido, sino con la expectativa colectiva y la fragilidad humana que a veces acompaña a la producción creativa. El desenlace de esta temporada podría marcar un antes y un después tanto para la serie como para la forma en que la audiencia construye sus expectativas.

Espinof