El pasado jueves 10 de julio, una tragedia sacudió a una familia italiana que disfrutaba de sus vacaciones en Montalto di Castro, un conocido resort ubicado a unos 110 kilómetros al norte de Roma. Riccardo Boni, un adolescente de 17 años, murió al quedar enterrado en la arena mientras excavaba un hoyo en la playa. El accidente ocurrió en cuestión de segundos, sin que su familia, presente en el lugar, notara lo que sucedía.
El joven jugaba en la orilla con sus dos hermanos menores. Mientras ellos decidieron irse a bañar, Riccardo continuó cavando. Según el testimonio de su padre, quien se encontraba a pocos metros, el hoyo tenía una profundidad similar a la altura del muchacho. “Lo veía desde donde estaba. Su cabeza aún sobresalía”, explicó al diario Corriere della Sera. Poco después, sin previo aviso, el agujero colapsó y Riccardo desapareció sin emitir un solo sonido.
Durante los siguientes 40 minutos, la familia lo buscó sin descanso. Fue uno de los hermanos menores quien sugirió que Riccardo podría estar enterrado. Enseguida, el padre y los salvavidas comenzaron a excavar desesperadamente con las manos. Finalmente, encontraron el cuerpo del adolescente, ya sin signos vitales. Aunque los servicios de emergencia llegaron rápidamente, no pudieron reanimarlo.
Por ahora, se desconoce la causa exacta de su muerte. Solo una autopsia determinará si Riccardo perdió el conocimiento antes del colapso por causas médicas, como el calor o la fatiga. El caso ha generado conmoción en Italia, donde cada verano se registran incidentes similares, muchos de ellos evitables.
Italia en shock tras muerte de menor en playa
Especialistas en seguridad costera advierten sobre el riesgo de cavar hoyos profundos en la arena. A simple vista, parecen inofensivos, pero pueden colapsar con facilidad, atrapando a quien se encuentre dentro. Las autoridades italianas recomiendan a las familias extremar precauciones, sobre todo cuando hay menores involucrados.
Montalto di Castro, además de sus playas, es conocido por sus espacios recreativos, actividades familiares y clases al aire libre, como música e instrumentos musicales. Sin embargo, esta tragedia ensombreció lo que debía ser un verano alegre.
