Tras casi 22 meses de guerra, la poca comida que entra en Gaza es rápidamente acaparada por multitudes hambrientas que arriesgan sus vidas bajo los disparos, saqueada por bandas criminales o desviada en medio del caos, sin llegar a quienes más la necesitan.
Gracias a una pausa parcial en los bombardeos anunciada recientemente por Israel, bajo presión internacional ante el riesgo de que la población muera de hambre, la ayuda humanitaria volvió a entrar en el territorio sitiado, pero en cantidades consideradas muy insuficientes por las organizaciones internacionales.
La situación humanitaria dramática en la Franja de Gaza es la consecuencia del bloqueo total a la ayuda humanitaria impuesto por Israel desde el 2 de marzo hasta el 19 de mayo.
Cada día, los corresponsales de AFP son testigos de escenas dramáticas en las que multitudes desesperadas se abalanzan, a menudo poniendo en peligro sus vidas, sobre vehículos cargados de víveres o sobre lugares donde aterriza la ayuda lanzada por vía aérea.

Saqueos impiden que la ayuda llegue a Gaza
El jueves, en Al Zawayda, en el centro de la Franja de Gaza, decenas de palestinos demacrados acudieron corriendo; empujándose y arrebatándose los paquetes tras ver el lanzamiento de palés desde un avión.
«El hambre ha llevado a la gente a enfrentarse entre sí. Se pelean con cuchillos»; afirma a AFP Amir Zaqot, que fue a buscar ayuda.
Para evitar disturbios, los conductores del Programa Mundial de Alimentos (PMA) tienen instrucciones de detenerse y dejar que la gente se sirva directamente. En vano.
«Una rueda de camión casi me aplasta la cabeza y me lesioné al recoger el saco»; suspira un hombre, con un saco de harina sobre la cabeza, en la zona de Zikim, al norte de Gaza.


















