Un audaz robo sacudió al Museo del Louvre el pasado domingo, cuando un grupo de ladrones logró sustraer joyas históricas de la Galería Apolo, pese a los sistemas de seguridad activos.
La ministra de Cultura de Francia, Rachida Dati, aseguró el martes que el sistema de seguridad funcionó correctamente, a pesar de las críticas y preguntas surgidas tras el incidente.
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Los delincuentes utilizaron un elevador de cesta para subir por la fachada del museo, forzaron una ventana, destrozaron vitrinas y huyeron con valiosas piezas napoleónicas.
Las autoridades confirmaron que el robo duró menos de ocho minutos, incluyendo solo cuatro minutos dentro del museo.
Robo en el Louvre
«El sistema de seguridad del Louvre no falló», subrayó Dati ante la Asamblea Nacional, y añadió que se ha iniciado una investigación administrativa y policial.
Aunque no se ofrecieron detalles sobre cómo se realizó el robo con las cámaras en funcionamiento, Dati calificó el hecho como «una herida para todos», recordando que el Louvre representa el patrimonio cultural francés.
El ministro del Interior, Laurent Nuñez, afirmó que la alarma se activó al forzarse la ventana y que la policía llegó dos o tres minutos después del aviso de un testigo.
Entre las piezas robadas se encuentran una diadema de zafiro, un collar y un pendiente de María Amelia y Hortensia; un conjunto de esmeraldas de la emperatriz María Luisa; un broche relicario; y una diadema y broche imperial pertenecientes a la emperatriz Eugenia.
Aunque las autoridades afirman que “hay cámaras por todo el Louvre”, aún no se ha revelado si captaron imágenes claras de los ladrones. La investigación sigue en curso.
