Un devastador deslizamiento de tierra en el oeste de Sudán dejó al menos 1.000 personas muertas y un solo superviviente, según informó este lunes el Movimiento de Liberación de Sudán, recoge la agencia Reuters. El desastre ocurrió el 31 de agosto en las montañas de Marra, en la conflictiva región de Darfur, tras varios días de intensas lluvias que provocaron la tragedia.
El grupo que controla la zona indicó que la magnitud del deslizamiento fue tal que arrasó por completo una aldea, dejando prácticamente sin vida a toda la población local.
Los líderes del movimiento hicieron un llamado urgente a la ONU y a las agencias humanitarias internacionales para que apoyen en las labores de recuperación de los cuerpos y proporcionen asistencia a la comunidad afectada.
Las autoridades locales aún no han podido confirmar de manera independiente la cifra exacta de víctimas; debido a las difíciles condiciones del terreno y la limitada presencia de personal humanitario en la región. Sin embargo, los testimonios de los sobrevivientes y el análisis preliminar del área sugieren que la cifra de fallecidos podría superar fácilmente el millar.
BREAKING: Over 1,000 people KILLED in landslide in Sudan pic.twitter.com/lmncEKk8SP
— Rapid Report (@RapidReport2025) September 1, 2025
Solo un sobreviviente en Sudán tras el deslizamiento
Este desastre se produce en una región que ya enfrenta conflictos armados, desplazamiento de poblaciones y crisis humanitarias prolongadas; lo que complica la respuesta y asistencia inmediata. La combinación de lluvias intensas y terreno montañoso altamente inestable convierte a Marra en una zona particularmente vulnerable a deslizamientos de tierra.
Las organizaciones internacionales han sido instadas a enviar equipos de rescate, recursos médicos y apoyo logístico para enfrentar la emergencia; así como a realizar evaluaciones rápidas para prevenir futuras tragedias en comunidades cercanas.
La comunidad internacional sigue de cerca la situación; mientras los equipos locales y humanitarios luchan por recuperar cuerpos y atender a los pocos supervivientes de lo que ya se considera uno de los desastres naturales más mortales recientes en Sudán.

 
		 
			

















