La soprano Gabriella Reyes, orgullosa de sus raíces nicaragüense – estadounidenses, se presentará este 1 y 2 de agosto en el Lincoln Center de Nueva York, acompañada por la Orquesta del Festival del Lincoln. Para Reyes, su herencia no solo es una parte de su identidad, sino la esencia misma de su expresión artística.
“Mis raíces nicaragüenses son parte esencial de cómo interpreto y cómo me comunico como artista”, afirma. “Incluso cuando canto repertorio europeo, mi manera de sentir la música y de contar historias nace desde ahí. No las separo de mi trabajo; son mi fuerza y mi filtro más personal”.
En el concierto, la nicaragüense, Gabriella Reyes interpretará dos piezas, entre ellas Three Songs for Soprano and Orchestra, del compositor argentino Osvaldo Golijov. La cantante describe esta obra como “una mezcla de lo espiritual, lo íntimo y lo profundamente humano”. Agrega que fue un desafío emocional y técnico: “Este repertorio exige una entrega muy honesta. Requiere vulnerabilidad, respiración compartida con la orquesta y atención constante al detalle emocional”.
Aunque nació fuera de Nueva York, Reyes considera que esta ciudad ha marcado profundamente su trayectoria artística. “Cantar en un escenario tan emblemático, rodeada de una comunidad diversa y apasionada por la música, me llena de emoción y gratitud”, expresa.
Nicaragüense conquista ópera mundial
La nicaragüense también reflexiona sobre su misión como artista; “Cantar ópera para mí es tender puentes. A veces se percibe este arte como algo lejano, pero cuando se interpreta con verdad y humanidad, se vuelve accesible para todos. Me importa acercar esta música al público latino y demostrar que también nos pertenece”.
Después de su presentación en el Lincoln Center, Gabriella Reyes continuará con una agenda intensa; interpretará a Maria en West Side Story con LA Opera, a Nedda en Pagliacci en la Lyric Opera de Chicago, y a la Contessa en Le nozze di Figaro con Opera North, en el Reino Unido. Además, regresará al Met Opera con una producción especial: el estreno de El Último Sueño de Frida y Diego.
“Me siento afortunada de contar estas historias con mi voz”, concluye la soprano, consolidando su lugar como una de las figuras latinas y nicaragüense más relevantes del panorama lírico internacional.
