La cantante y actriz británica FKA Twigs solicitó el retiro definitivo de su demanda contra el actor estadounidense Shia LaBeouf por presunto abuso físico, sexual y emocional. La solicitud fue presentada el pasado 18 de julio ante la Corte Superior de California y oficializada el 21 de julio, cerrando así un proceso legal que se había iniciado en diciembre de 2020.
En la demanda, Twigs alegaba que durante su relación con LaBeouf que ocurrió entre 2018 y 2019 fue víctima de un patrón de violencia sistemática, incluyendo amenazas, agresiones físicas; control emocional e incluso el contagio deliberado de una enfermedad de transmisión sexual. Uno de los episodios más graves mencionados incluía una amenaza de accidente automovilístico y un ataque físico en una gasolinera.
El juicio estaba previsto inicialmente para octubre de 2024, pero fue reprogramado para septiembre del mismo año. Sin embargo, con este nuevo acuerdo entre las partes, la audiencia quedó cancelada oficialmente.
La retirada de la demanda fue realizada «con prejuicio», lo que significa que Twigs no podrá volver a presentar las mismas acusaciones en el futuro. A través de un comunicado conjunto difundido por sus abogados, Bryan Freedman (por parte de Twigs) y Shawn Holley (por parte de LaBeouf); ambas celebridades informaron que habían llegado a un acuerdo fuera de los tribunales.
FKA Twigs deja atrás el juicio contra Shia LaBeouf
“Comprometidos con trazar un camino constructivo hacia adelante, hemos acordado resolver nuestro caso fuera de los tribunales. Aunque los detalles del acuerdo permanecerán privados, nos deseamos mutuamente felicidad personal, éxito profesional y paz en el futuro”, expresaron.
Por su parte, aunque LaBeouf ha negado legalmente las acusaciones, en una entrevista con el New York Times en 2020, admitió haber tenido comportamientos abusivos y problemas personales: “Me avergüenza mi historial y lamento haber herido a quienes lastimé. No hay excusas”.
Con esta decisión, ambos artistas parecen cerrar un capítulo doloroso de sus vidas, alejando el caso de los reflectores mediáticos; aunque no sin dejar huella en el debate sobre el abuso en las relaciones dentro de la industria del entretenimiento.
