Un nuevo estudio revela que la forma en que bebemos líquidos podría influir en nuestra longevidad. Investigadores del Reino Unido analizaron los hábitos de consumo de 182.770 adultos entre 2009 y 2012, y encontraron que la clave para reducir el riesgo de mortalidad podría estar en la cantidad y la combinación de bebidas que tomamos a diario.
Según el artículo publicado en British Journal of Nutrition, consumir entre siete y ocho bebidas al día, con un equilibrio entre agua, café y té, se asocia con un 28 % menos de riesgo de muerte por todas las causas en comparación con quienes beben menos de cuatro.
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El estudio destaca que la proporción entre las bebidas puede ser incluso más importante que la cantidad total. Con un consumo diario adecuado (más de cuatro bebidas); reemplazar parte del agua por café o té resultó en una mayor reducción del riesgo de mortalidad. La combinación más beneficiosa observada fue un balance aproximado de 2:3 entre café y té.
Sin embargo, los investigadores advierten que exceder las nueve bebidas diarias, reemplazando agua por café o té, podría estar relacionado con un mayor riesgo de mortalidad cardiovascular, subrayando la importancia de no exagerar.
La combinación perfecta de bebidas para vivir más
Los autores recuerdan que estos hallazgos son observacionales, lo que significa que no pueden probar causalidad directa. Entre las limitaciones se encuentran el uso de datos autodeclarados y la falta de información sobre la preparación de las bebidas, como si se consumen con azúcar o leche.
Aun así; el estudio aporta pistas valiosas sobre cómo pequeños cambios en nuestros hábitos diarios de bebida podrían marcar una diferencia en la salud a largo plazo.
