Anna Wintour dejará su puesto como editora en jefe de Vogue USA, cerrando un capítulo histórico de 37 años al frente de una de las revistas de moda más influyentes del mundo.
La noticia marca el fin de una era en la que Vogue se consolidó como referente cultural y estético, en gran parte gracias al estilo inconfundible y el liderazgo visionario de Wintour.
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Uno de los símbolos más característicos de su imagen sus lentes de sol ha generado especulaciones durante años. En una entrevista con Christiane Amanpour de CNN en 2019, reveló que su uso no es solo estético, sino también médico. “He estado enferma toda la semana y me operaron de los ojos, así que las necesitaba hoy”; explicó.
No obstante, sus lentes también tienen un propósito estratégico. Para Wintour, son una herramienta útil para ocultar emociones, lidiar con la fatiga y mantener su privacidad en eventos públicos. “Evitas que la gente sepa lo que estás pensando… me ayudan a ser vista y a no ser vista”; confesó, comparándolos con un “prop” teatral.

El icónico estilo de Anna Wintour
En cuanto a su reputación de figura intimidante, similar al personaje de Miranda Priestly en El diablo viste de Prada, Wintour aclaró que valora el debate y no espera sumisión absoluta. “Escucho muchos ‘no’”; afirmó.
Aunque se despide de su rol como editora en jefe, continuará como directora de contenidos de Condé Nast y directora editorial global de Vogue, según informó la editorial.

Apodada “Nuclear Wintour”, su legado trasciende la moda impresa: convirtió la Met Gala en el evento de celebridades más prestigioso del planeta, reafirmando su estatus como una de las figuras más influyentes de la cultura pop contemporánea.
 
		 
			

















