La ciudad de Los Ángeles vivió este domingo su tercer día consecutivo de protestas en defensa de los migrantes, desafiando la ofensiva del Gobierno de Donald Trump, que insiste en intensificar las redadas del ICE y ha desplegado a la Guardia Nacional sin el aval del Estado.
Miles de personas se congregaron en el centro de la ciudad para rechazar la militarización y las detenciones masivas, que ya superan el centenar.
Las tensiones aumentaron luego de que el expresidente ordenara el despliegue de 2.000 efectivos para custodiar el edificio federal de inmigración, en una maniobra que el gobernador Gavin Newsom denunció como una violación inédita de la soberanía estatal.
El despliegue fue autorizado por una disposición federal controversial que eludió por completo al gobierno de California. Se trata del primer uso unilateral de la Guardia Nacional en más de seis décadas.
🇺🇸 | Manifestante de extrema izquierda porta bandera del comunismo en las protestas contra ICE en Los Ángeles. ¿Si odian tanto el capitalismo, por qué viven en Estados Unidos? pic.twitter.com/tEmIQMTOxa
— UHN Plus (@UHN_Plus) June 9, 2025
Los Ángeles sigue firme en defensa de indocumentados
La protesta del domingo fue disuelta por la policía tras ser declarada «asamblea ilegal», lo que llevó a que manifestantes bloquearan la Autopista 101. El LAPD respondió con gases lacrimógenos, mientras grupos de soldados eran enfrentados con consignas como “¡debería darles vergüenza!”.
Para Trump, los disturbios sirvieron como argumento para justificar su decisión. Desde su red social, calificó a Los Ángeles como una ciudad “invadida por criminales ilegales” y reafirmó su intención de continuar las deportaciones.
El conflicto escaló aún más cuando Tom Homan, exdirector del ICE, amenazó con arrestar a Newsom y a la alcaldesa Karen Bass si “interferían”. Newsom respondió con un desafío: “¡Ven por mí! No me detendré en defender a California”.
Ambos líderes locales enfrentan un dilema urgente: proteger los derechos de los manifestantes y de la comunidad migrante, sin perder el control del orden público. Newsom exigió formalmente la retirada de las tropas y advirtió que presentará una demanda si no se revierte la orden federal.
