La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos, ha revelado datos preocupantes que confirman un descenso sostenido en las llegadas de visitantes extranjeros; lo que ha encendido las alarmas en las economías locales fuertemente dependientes del sector turístico.
Esta caída en el número de turistas representa un duro golpe para una industria clave en la economía estadounidense.
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Asimismo, las cifras de 2024 ya muestran una disminución respecto al año anterior, y las proyecciones para 2025 anticipan una aceleración de esta tendencia negativa; lo que dibuja un escenario incierto para el turismo y los servicios relacionados.
Un caso emblemático de esta problemática es la relación con Canadá, tradicionalmente uno de los principales emisores de turistas hacia Estados Unidos.
El turismo se desploma en Estados Unidos
Los datos oficiales señalan que los viajes aéreos desde Canadá se han reducido en un 25% en lo que va del año, afectando directamente a ciudades fronterizas y a destinos turísticos que dependen en gran medida de ese flujo.
Además, este descenso tiene consecuencias económicas tangibles; afecta los ingresos de hoteles, restaurantes, comercios y operadores turísticos, y pone en riesgo miles de empleos, especialmente en pequeños y medianos negocios, que son el pilar de muchas economías de Estados Unidos.
Entre las posibles causas destacan la inflación, la incertidumbre económica global y unas políticas migratorias más restrictivas. Además, la retórica antimigrante del actual mandatario podría estar desalentando la llegada de turistas. Solo en julio, el país registró una disminución interanual del 3% en la entrada de visitantes extranjeros.
Finalmente, esta tendencia, que se ha mantenido desde que el presidente asumió el cargo, refleja también una reconfiguración global del turismo, donde otros destinos emergen como más atractivos y accesibles. Si no se revierte, esta situación podría profundizarse en los próximos meses, afectando seriamente a la economía de Estados Unidos.
