Ensuciarse y andar todo el día puesta la misma ropa llena de grasa no le preocupa a Iletse Leyred Dávila Hernández. Desde que tenía 8 años de edad, observaba cuando su padre desarmaba y armaba algunas piezas de los vehículos; y en ese momento se despertó su pasión por la mecánica. Esta es una historia interesada en Estelí.
«Desde muy pequeña dejaba de hacer mis cosas y me iba a ver lo que estaba haciendo mi padre, y en ese momento dije: yo quiero aprender todo sobre cómo es reparar un carro. Al principio, mi mamá no estaba de acuerdo, pero después se acostumbró»; dijo Hernández.
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Con apenas 16 años de edad, en este taller familiar, quita las llantas, lija el sistema de frenos, engrasa las partes de dirección y suspensión de los automóviles; pero lo que más la emociona es cuando están trabajando en el área del motor.
«Me siento orgulloso de mi hija porque este trabajo es muy pesado y tenía miedo de que le pasara algo, pero todo es hacer las cosas con mucho cuidado. Mientras otras jovencitas están en el gym o practicando un deporte, ella está a mi lado aprendiendo. Con el tiempo nos daremos cuenta si nació para esto«; expresó Saúl Dávila, padre de la joven.
Una chavala con gran actitud en Estelí
Esta adolescente rompe los esquemas de género porque, de lunes a sábado, la vas a encontrar debajo de un vehículo o pasando herramientas; ya que años atrás esta labor solo era para hombres y era imposible ver a una mujer.
La joven mecánica dijo que todo en la vida se puede lograr siempre y cuando hagas dos cosas: no hacerles caso a las críticas y enfocarte en lo que estás haciendo. «Hoy en día, las mujeres tenemos los mismos derechos y oportunidades».
Esta joven sabe que es un camino largo y difícil, pero con el apoyo de su familia va a lograr ser una profesional en este sector, ya que, después que culmine la secundaria, cursará una carrera técnica en mecánica automotriz en el INATEC para fortalecer sus conocimientos.
