Con música, flores y lágrimas, el pueblo de Juigalpa rindió homenaje póstumo al maestro Francisco Díaz Mairena, mejor conocido como “Chico Díaz”, un referente indiscutible de la música tradicional nicaragüense y creador de emblemáticos sones de toros que marcaron generaciones.
El Buen Gobierno Sandinista, a través de la Alcaldía de Juigalpa, acompañó a su familia, amigos y comunidad en este último adiós.
“Chico Díaz no solo fue un músico, fue un patriota cultural”, expresó con emoción Ramón Rodríguez, codirector del Instituto Nicaragüense de Cultura, durante el acto de homenaje. “Su legado está presente en las escuelas, en los coros, en cada actividad que rescata nuestras tradiciones. Hoy más que nunca lo celebramos, lo recordamos y lo agradecemos”.
La partida física del maestro Díaz ha conmovido profundamente a los chontaleños, quienes lo reconocen como un hijo ilustre de su tierra. Su música, cargada de identidad y alegría, fue el alma de muchas festividades tradicionales. Creaciones como La mula, El saca caite y otros sones populares siguen siendo interpretados por bandas escolares y agrupaciones folclóricas de todo el país.

Juigalpa despide con honor al Maestro Francisco Díaz
El diputado José Figueroa también destacó el aporte de Díaz, recordando el apoyo que recibió del Estado: “Tuvimos el honor de gestionar ante la Asamblea Nacional una pensión para él. Era lo mínimo que podíamos hacer por alguien que entregó su vida entera al arte popular. Que descanse en paz nuestro querido Chico”.
A lo largo de su vida, Chico Díaz fue más que un intérprete: fue formador de nuevas generaciones. Impartió clases de música en departamentos como Jinotega, Matagalpa y Estelí, dejando una huella indeleble en la educación artística del país. Su hijo, César Francisco Díaz Croveto, resaltó que “su mayor orgullo era ver a los jóvenes tocando sus sones, mantener viva esa conexión con el alma del pueblo”.
El homenaje incluyó la participación de bandas escolares, danzas tradicionales y la presencia de líderes comunitarios y culturales. Arístides Gómez, secretario político del FSLN en Chontales, expresó: “Chico nos enseñó que la música es una forma de resistencia, de afirmación de quiénes somos. Su legado fortalece nuestra identidad”.
El maestro Chico Díaz se recordará por su sencillez, su cercanía con la gente, su carisma y compromiso con la cultura popular. Fue un artista del pueblo y para el pueblo, y su figura trasciende el ámbito musical para convertirse en un símbolo de identidad.
Las calles de Juigalpa despidieron a Chico Díaz al ritmo de sones de toro. Decenas de personas acompañaron su féretro en un emotivo recorrido lleno de música, recuerdos y gratitud. Chico Díaz vive y seguirá vivo en el corazón de Chontales.




















