Durante la filmación de Volver al Futuro, Michael J. Fox enfrentó el desafío de establecer una buena relación con su coprotagonista Lea Thompson, quien inicialmente mostraba reservas hacia él. Thompson había entablado una estrecha amistad con Eric Stoltz, el actor original para el papel de Marty McFly, y su sustitución por Fox generó tensiones en el set.
Para superar esta barrera, Fox recurrió a su característico sentido del humor. En una de las primeras escenas que compartió con Thompson, sugirió una modificación improvisada en el guion: cuando Marty pregunta por sus pantalones; Fox propuso que Thompson respondiera con el ingenioso remate “allá, en mi baúl de los recuerdos”. El director Robert Zemeckis aprobó la sugerencia, y la frase fue incluida en la película.
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La espontaneidad y el humor de la línea provocaron risas genuinas en el set, aliviando la tensión entre los actores y estableciendo una química natural que se reflejó en la pantalla. Fox compartió este episodio durante un evento en Nueva York, organizado con motivo del lanzamiento de su libro Future Boy; destacando cómo el humor fue clave para transformar una relación profesional tensa en una colaboración exitosa.
Este momento no solo marcó un punto de inflexión en la dinámica entre Fox y Thompson, sino que también subraya el poder del humor como herramienta para superar diferencias y construir relaciones laborales efectivas.
