La película Springsteen: Deliver Me from Nowhere, centrada en la figura de Bruce Springsteen, llega tras décadas de intentos fallidos para llevar al gran formato la “historia del Boss”. El equipo de producción explicó que el éxito de este proyecto radica en haber evitado el clásico formato de sexo, drogas y rock n’ roll, para apostar por un retrato más íntimo del artista en una época clave de su vida.
La cinta se inspira en el libro Deliver Me from Nowhere de Warren Zanes, que aborda el proceso creativo del álbum Nebraska, y muestra a Springsteen tras bambalinas cuando luchaba con sus demonios personales, su infancia y el arte como vía de sanación.
El director Scott Cooper (conocido por retratar artistas atormentados) se unió al proyecto tras que los productores decidieran abandonar la fórmula habitual de los biopics musicales. Cooper aseguró que su objetivo era mostrar al artista; “como ser humano en un momento muy transicional de su vida” —no sólo como un ícono del rock.
Los productores confirmaron que aunque podría considerarse un biopic, la película es mucho más que eso: habla de salud mental, identidad artística, vulnerabilidad y transformación. Como lo expresó una de ellas; “Ver esta película es una oportunidad para que la gente hable de estos temas de una manera que quizás no lo haya hecho antes”.

El biopic de Springsteen por fin llega
Por otro lado, la dificultad de obtener luz verde vino porque Springsteen y su manager Jon Landau habían rechazado numerosos proyectos anteriores. Pero resultó decisivo presentar una visión que resonara auténtica, directa, personal, más que espectacular.
En definitiva, Springsteen: Deliver Me from Nowhere representa un enfoque distinto, audaz y emocional del género biopic musical, y, de paso; celebra la trayectoria de uno de los artistas más influyentes del último medio siglo.
 
		 
			

















