Un grupo de científicos ha dado un impactante giro a la taxonomía de las tarántulas al descubrir un género completamente nuevo de arañas en la península arábiga y el Cuerno de África.
Lo llamaron Satyrex, en referencia a los sátiros de la mitología griega y a la palabra latina rēx, que significa rey, debido a sus palpos masculinos de tamaño extraordinario; los órganos reproductores que en estas especies pueden alcanzar casi el tamaño de sus patas más largas.
El hallazgo fue publicado en julio de 2025 en la revista ZooKeys, y según los científicos, estas arañas representan un comportamiento y unas características morfológicas únicas en el mundo de las arácnidas. “Se descubren nuevas especies con bastante frecuencia; pero encontrar arañas de gran tamaño con un comportamiento tan audaz y rasgos tan singulares no ocurre todos los días”, afirma Alireza Zamani; aracnólogo de la Universidad de Turku, Finlandia, y coautor del estudio.
Las hembras de Satyrex son extremadamente agresivas y pueden devorar a los machos durante el apareamiento; un fenómeno conocido como canibalismo sexual. Los científicos especulan que los palpos descomunales de los machos les permiten mantener cierta distancia de las hembras mientras transfieren el esperma, reduciendo el riesgo de ser devorados.

Arañas agresivas y con órganos descomunales
“Es una especie de carrera armamentística evolutiva”, explica la ecóloga Chrissie Painting, quien estudia sistemas de apareamiento de arañas. “Las hembras evolucionan para ser más agresivas y asegurar su nutrición durante la maternidad; mientras los machos buscan formas de aparearse sin morir en el intento”.
El descubrimiento comenzó cuando Zamani revisaba antiguos registros de avistamientos, redes sociales y plataformas de ciencia ciudadana como iNaturalist, donde detectó informes de tarántulas con órganos sexuales gigantes. Tras recolectar ocho especímenes conservados y estudiar su ADN; los investigadores confirmaron la existencia de cuatro especies nuevas, todas pertenecientes al género Satyrex.

Entre ellas, Satyrex ferox destaca como la más grande y agresiva. Sus palpos pueden alcanzar los cinco centímetros, y ante cualquier perturbación, adopta una postura defensiva que incluye levantar las patas delanteras y producir un silbido mediante fricción.
Zamani insiste en que este hallazgo demuestra que aún hay mucho por descubrir en nuestro planeta. Estas tarántulas no solo amplían nuestro conocimiento de la biodiversidad; sino que también ofrecen una ventana a cómo la evolución puede moldear comportamientos y estructuras anatómicas extremas.
 
		 
			

















