
El jengibre, conocido científicamente como Zingiber officinale, es una planta tropical originaria del sudeste asiático que ha acompañado a la humanidad durante siglos, no solo en la cocina, sino también en la medicina tradicional. Su rizoma, popularmente llamado raíz de jengibre, ha demostrado múltiples beneficios para la salud que hoy la ciencia moderna comienza a confirmar.
Uno de sus efectos más destacados es su capacidad para calmar las náuseas. Ensayos clínicos confirman que esta especia supera al placebo en la reducción de vómitos, especialmente durante el embarazo.
También puede ser útil frente a las náuseas inducidas por quimioterapia, aunque los resultados varían en casos de mareo por movimiento o posoperatorio. Además, el jengibre ayuda a reducir gases e hinchazón, mejorando la digestión.
En el terreno de la inflamación, el jengibre brilla gracias a sus compuestos bioactivos como el gingerol y el shogaol. Estos poseen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias capaces de regular la actividad de los neutrófilos, células que suelen estar hiperactivas en enfermedades autoinmunes como el lupus o la artritis reumatoide. También aporta un efecto antimicrobiano que combate bacterias y virus, siendo un aliado natural frente a resfriados y gripe.

El jengibre: aliado natural contra náuseas y resfriados
El alivio del dolor es otro de sus grandes aportes. Estudios demuestran que el extracto de jengibre disminuye la rigidez en personas con osteoartritis y reduce las molestias musculares tras el ejercicio. Incluso se ha probado su eficacia en el dolor menstrual, con resultados comparables al ibuprofeno.
En cuanto al corazón y la diabetes, el consumo de jengibre ayuda a mejorar la presión arterial, reduce triglicéridos y colesterol malo (LDL), al mismo tiempo que eleva el colesterol bueno (HDL). En pacientes con diabetes tipo 2, entre uno y tres gramos diarios favorecen el control de la glucosa y la sensibilidad a la insulina.
Finalmente, investigaciones recientes sugieren que el jengibre podría ofrecer efectos neuroprotectores frente al alzhéimer y ralentizar el crecimiento de células cancerígenas.
Eso sí, los expertos advierten que dosis superiores a cuatro gramos al día pueden ocasionar molestias como acidez o diarrea. Consumido en cantidades moderadas, el jengibre se reafirma como una poderosa arma natural para cuidar el cuerpo.

















