El Gobierno de China calificó como una “práctica discriminatoria” la reciente propuesta de Estados Unidos de restringir los visados para periodistas chinos a un máximo de 90 días.
La medida, impulsada por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), impone condiciones significativamente más estrictas para los informadores provenientes de China, en comparación con los de otros países; quienes podrían acceder a estadías de hasta 240 días.
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El portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Guo Jiakun, expresó una firme oposición a la iniciativa, advirtiendo que este tipo de restricciones socava los intercambios entre personas, un aspecto que, según afirmó, beneficia a ambas naciones. “Nos oponemos firmemente a que se señale a países específicos”; declaró durante una rueda de prensa.
La normativa propuesta no solo afecta a periodistas, sino también a estudiantes y visitantes de intercambio cultural; limitando la duración de sus visados a un máximo de cuatro años y exigiendo requisitos adicionales para su extensión.

Estados Unidos pone restricciones a China
Además, el plan podría implicar mayores costos administrativos para universidades y programas educativos; lo que impactaría el flujo académico y cultural entre ambos países en la próxima década.
La iniciativa recuerda a una propuesta similar planteada durante el mandato del expresidente Donald Trump en 2020, la cual finalmente no fue implementada. En este nuevo intento, la medida entra en un periodo de revisión pública de 30 días, coincidiendo con un momento de renovadas tensiones diplomáticas entre Washington y Beijing.
China hopes the U.S. will act on President Trump’s commitment to welcoming Chinese students to study in the country, stop groundlessly harassing, interrogating or repatriating them, and earnestly protect their legitimate and lawful rights and interests.
Exchanges and cooperation…
— Lin Jian 林剑 (@SpoxCHN_LinJian) August 27, 2025
Esta decisión podría agravar aún más las ya delicadas relaciones bilaterales, afectando no solo a los medios de comunicación; sino también a sectores clave como la educación y la cooperación cultural, fundamentales para el entendimiento mutuo entre ambas potencias.
 
		 
			

















