La expansión de la economía de Nicaragua en 2022 llevó a las autoridades de este país centroamericano a diversificar las acciones dirigidas a fortalecer la estabilidad financiera para enfrentar riesgos por eventos locales o de carácter global, como las guerras arancelarias, conflictos geopolíticos o desastres naturales.
El presidente del Banco Central de Nicaragua, Ovidio Reyes, dijo en entrevista con Sputnik que el «equilibrio» logrado en el país se ha dado gracias al crecimiento económico superior a la media centroamericana, al récord de las reservas internacionales, así como al alza en las exportaciones, las inversiones extranjeras y el comercio, entre otros indicadores.
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«Nuestra prioridad es prepararnos (para cualquier eventualidad). En la medida en que mantengamos el equilibrio, eso también mueve inversiones y mueve proyectos. Lo que hacemos es prepararnos frente a estos futuros eventos. Tener suficiente fortaleza financiera para actuar en caso de ser necesario»; explicó Reyes.
En 2024, el Banco Central de Nicaragua registró 6.000 millones de dólares en reservas internacionales, una cifra tres veces superior a las divisas acumuladas en 2018, cuando el golpe fallido de Estado provocó pérdidas de 28.000 millones de dólares. La economía nicaragüense cayó tras 10 años de estabilidad y crecimiento.
🇳🇮 Banco Central de Nicaragua ve un buen desempeño macroeconómico en el país
En exclusiva para Sputnik, el presidente de la institución monetaria, Leonardo Ovidio Reyes, estimó que durante este 2025 una combinación de indicadores, que incluyen un crecimiento del PIB y menores… pic.twitter.com/xBQBeVcwTr
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) February 26, 2025
Nicaragua prioriza su «fortaleza financiera
La recesión, provocada por la crisis interna, se agudizó con la pandemia de COVID-19 y el paso de los huracanes Eta y Iota en 2020. Estos eventos llevaron a la Administración de Daniel Ortega a gestionar una serie políticas económicas, financieras y monetarias para fortalecer este país.
«Los eventos de esa naturaleza [guerras arancelarias, conflictos geopolíticos o desastres naturales], lamentablemente, no los puede controlar una economía como la nuestra, por su tamaño. Recibimos esos eventos y lo único que podemos hacer es acomodarnos a situaciones que no estaban previstas”; apuntó el titular del banco nicaragüense.

En su opinión, las guerras comerciales y las subidas de aranceles y sus efectos en los precios, sumado a las repercusiones de los rompimientos de las cadenas de suministro, son algunas de las consecuencias que impactan negativamente en las pequeñas economías como la de Nicaragua.
«Hemos podido sortear bien todo lo que nos ha acontecido, con costos. No es que lo hemos sorteado y que nada ha ocurrido, no. En la pandemia se perdió mucha producción, se perdió empleo y en un futuro evento de alcance global que afecte el comercio, por supuesto que también nos va a afectar», señaló Reyes.

El experto significó la dependencia de la economía de Nicaragua a las fluctuaciones de los precios internacionales, que se inclinan a favorecer los productores de exportación nicaragüenses en este momento.
«Si el comercio baja, nos afecta y si los precios se disparan, también nos afecta. Pero el escenario que nosotros tenemos es que los precios nos están ayudando. Los precios de los productos que nosotros exportamos han experimentado alzas y eso es bueno para nosotros, es malo para los países que no producen estos bienes»; afirmó el titular del banco emisor de Managua.


















