Gabriel Carrizo, conocido como el jefe de “Los Copitos” y uno de los tres acusados por el intento de asesinato a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner; declaró este miércoles ante el Tribunal Oral Federal N.º 6 (TOF 6), en la última audiencia de testimonios del juicio por el atentado ocurrido el 1 de septiembre de 2022. Su declaración, luego de casi tres años detenido, sorprendió por el tono y contenido de sus explicaciones.
Carrizo intentó desligarse del hecho, calificando como simples “bromas” y “fabuleadas” los mensajes incriminatorios enviados a su entorno cercano. Afirmó tener un estilo de “humor negro” y negó haber deseado la muerte de la expresidenta; “Jamás en mi vida le deseé la muerte a nadie. Lo que dije fue en joda”.
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Durante más de tres horas, respondió preguntas de todas las partes. Sobre el polémico mensaje “Andrea, el arma es mía”, enviado el mismo día del atentado; aseguró que fue una broma; “Me enteré por la tele, vi memes y empecé a hacer estas jodas”.
Reveló que su familia es kirchnerista y que muchas de sus expresiones eran provocaciones para molestar a su padre. Además, justificó sus estados de WhatsApp posteriores al hecho como dirigidos a un grupo personalizado de contactos.

Atentado a Cristina Kirchner
La fiscal Gabriela Baigún y los abogados querellantes cuestionaron la coherencia de su relato, especialmente por su falta de seriedad ante un hecho de extrema gravedad. Carrizo, entre lágrimas, reconoció su error: “Por una estupidez mía no puedo ver a mis hijos, ni salir a trabajar”.
La declaración cerró la etapa de testimonios. El TOF 6 fijó el inicio de los alegatos finales para el 13 de agosto.


















