Decenas de organizaciones sociales y ambientales de Chubut (Argentina), se preparan para una gran movilización tras la decisión del gobernador Ignacio Torres; quien expresó su intención de impulsar proyectos de megaminería contaminante en asociación con YPF para explotar yacimientos de uranio en la meseta central de la provincia.
Desde la Unión de Asambleas de Comunidades de Chubut (UACCh), se redacta una misiva dirigida al gobernador para el lunes 4 de agosto; en coincidencia con actos y movilizaciones en todo el territorio, que rememoran las protestas del 2002.
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Asimismo aquel año, la comunidad de Esquel frenó el intento de explotar un yacimiento aurífero a cielo abierto en plena Cordillera de los Andes.
Además, Ambientalistas advierten que el contexto actual está marcado por represión y judicialización; en una provincia que ha sabido rechazar los avances de la megaminería desde fines del siglo pasado.

Según Tiempo Argentino, las declaraciones de Torres siguieron a reuniones con Guillermo Francos y Demian Reidel, presidente de Nucleoeléctrica Argentina; quien anunció la creación de YPF Nuclear, con su primer proyecto en Chubut. Reidel, exasesor presidencial, había sugerido en tono irónico ante empresarios extranjeros que “el único problema de la Patagonia es que está habitada por argentinos”.
El referente del Movimiento Antinuclear de Chubut (MACh), Pablo Lada; advirtió sobre el grave impacto ambiental: “Todavía sufrimos pasivos ambientales por la explotación de los años 70”.
Los yacimientos de uranio pertenecen a la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y comprometen más de 25.000 hectáreas, muchas cercanas o atravesadas por el río Chubut; única fuente de agua potable para gran parte de la provincia.
El 4 de agosto de 2002, Esquel protagonizó la primera marcha masiva contra la megaminería. El proyecto fue rechazado en 2003 por el 81 % en una histórica consulta popular.
 
		 
			

















