Como cada miércoles, los jubilados argentinos volvieron a concentrarse frente al Congreso de Argentina para reclamar mejoras en sus haberes y expresar su rechazo al veto presidencial a la ley aprobada por ambas cámaras. Y, como es habitual, la represión policial no se hizo esperar.
La protesta, que comenzó por la tarde, finalizó en un clima de fuerte tensión tras la aplicación del protocolo antipiquetes, con un amplio despliegue de la Gendarmería, Policía Federal y Policía de la Ciudad. En medio de empujones y forcejeos, fueron detenidas dos reporteras que cubrían los hechos.
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Aunque en esta ocasión no se colocaron vallados alrededor del Palacio Legislativo, numerosas agrupaciones de jubilados y sindicatos se hicieron presentes desde temprano para visibilizar su reclamo.
Los manifestantes remarcaron la urgencia de un aumento que les permita cubrir necesidades básicas como alimentos y medicamentos. Varios de ellos describieron su situación como «dramática» y lanzaron fuertes críticas al presidente Javier Milei.

Represión en Argentina
La detención de las periodistas generó una inmediata respuesta del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), que denunció una mecánica repetida; “la policía corta la calle, genera violencia y realiza detenciones arbitrarias que rara vez son convalidadas por la justicia”.
El Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBa) confirmó la detención de Jazmín Orellana y Camila Rey, exigiendo su liberación inmediata y denunciando un nuevo acto de hostigamiento a la prensa.

Por su parte, diversos medios recordaron la reciente represión sufrida por el fotógrafo Rodrigo Abd frente al Congreso.
 
		 
			

















