Durante el mes de octubre, muchas culturas alrededor del mundo incrementan sus rituales y prácticas relacionadas con lo sobrenatural. Desde tiempos antiguos, esta época ha sido considerada un momento en que los límites entre el mundo de los vivos y el de los espíritus se vuelven más difusos, lo que explica por qué se asocia con brujería, santería y otras prácticas esotéricas.
El 31 de octubre, conocido como Halloween o Víspera de Todos los Santos, es una fecha especialmente significativa para quienes creen en lo paranormal. Tradicionalmente, los antiguos celtas celebraban el Samhain, un ritual para protegerse de espíritus malignos y honrar a los muertos.
Hoy, estas creencias se han mezclado con supersticiones modernas: muchos piensan que en esta noche los espíritus y energías negativas están más activos y, por ello, se realizan rituales de protección o de hechicería.
En países latinoamericanos y del Caribe, ciertas prácticas de santería y brujería tienden a aumentar en esta época, no solo por la fecha, sino por la creencia de que los espíritus pueden intervenir en la vida de los vivos.
Este octubre cierra con espíritus y brujería
Los practicantes utilizan amuletos, velas, oraciones y rituales específicos para atraer buena suerte, protegerse de energías malignas o incluso influir en situaciones personales.
Aunque muchas de estas actividades son culturales o religiosas, es importante recordar que la práctica de brujería o santería no es necesariamente dañina; y su eficacia depende de la fe y la intención de quienes la realizan. Sin embargo, la percepción de que “el mal está más presente” en octubre persiste entre creyentes, alimentando historias de fantasmas, maleficios y sucesos inexplicables.
En definitiva, octubre es un mes en que la tradición, la superstición y la espiritualidad se entrelazan, recordándonos que, para algunos, el mundo de los espíritus y la magia sigue siendo real y poderoso.
